Daniel Alonso

La noche de los David

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Hoy arrancan las semifinales de nuestro tormentoso, pero amado futbol. En el papel, los clubes poderosos, América y Tigres, salen como favoritos en las apuestas y por los “expertólogos” del futbol. Los Pumas y Atlético de San Luis son las presuntas víctimas. Sin importar los momios, ambos duelos ya tienen morbo y emociones incluidas; por un lado, Tigres y Pumas tienen un pasado en Liguilla que no le sonríe para nada a Pumas y en la otra semifinal, André Jardine cara a cara con Gustavo Leal, alumno contra maestro. 

Inevitablemente cuando las diferencias de fuerzas son muy notorias, siempre se hace referencia. Es entonces cuando hacemos a la milenaria historia de David y Goliat; trillada y repetitiva, pero que siempre sirve para motivar o al menos, para aferrarse al milagro que todo enemigo tiene un punto débil o que nada es imposible cuando se tiene fe o que no existe rival pequeño. Y si hay un deporte que nos ha regalado ejemplos de lo anterior, es el maravilloso e impredecible futbol, que siempre tiene una sorpresa guardada.

Así es como Pumas y San Luis se apegarán en un principio al discurso de la motivación, que los deberes ya están hechos en el presente torneo y la final es un extra que se encuentra a un solo paso. Pero al mismo tiempo, en el vestidor de América y Tigres las frases “sin confiarnos” “cero confianzas” se escucharán una y otra vez. Son los juegos mentales de cada entrenador, de cada equipo y después, vienen las fortalezas de plantilla y las estrategias tácticas.

Hoy en el Alfonso Lastras, los potosinos deberán realizar un juego perfecto, y trabajar un partido que dura 180 minutos, el objetivo principal, ir con vida al Estadio Azteca el próximo sábado. Encontrarse con un escenario similar al de su rival anterior, Monterrey. Es difícil ganar una serie en la ida, pero perderla por un error o por caer en la desesperación, puede suceder. Dos entrenadores que juntos tocaron el cielo con la selección brasileña en Juegos Olímpicos de Tokio 2020, consiguiendo apenas la segunda presea dorada para el país amazónico.

Mañana en Ciudad Universitaria, los Pumas no sólo enfrentarán al actual campeón del futbol mexicano, al mejor equipo de los últimos 10 años en nuestra liga, además de todo esto, se verán cara a cara al atacante que más daño les ha hecho en los últimos tiempos: André Pierre-Gignac. El francés tiene como cliente favorito a los del Pedregal, con un total de 17 anotaciones. Entre esos goles, un par fueron en aquella final en la que Tigres salió victorioso en CU en la definición por penales en un partido dramático. Así que las aspiraciones de Pumas van de la mano con lo que deje de hacer Gignac, quien busca acercarse más a los líderes de goleo en Liguilla y llevar a Tigres al bicampeonato.

Una final más entre América y Tigres está a la vista, parece que nada puede impedirlo, sólo el ímpetu del equipo potosino y la experiencia de Mohamed, son las armas con las que saldrán estas dos noches los rivales que no tienen nada que perder y la gloria por ganar, y para ello, deberán vencer sus limitaciones propias, que muchas veces son más grandes que Goliat.