Daniel Alonso

Tributo al rey

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
Daniel Alonso
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En nuestro futbol los guiones siempre parecen sacados de la mochila de Quentin Tarantino; pero el Guard1anes 2020 arrojó un final feliz. El León, de Ignacio Ambriz, dominó la liga y el obstáculo que faltaba era superar a los sorprendentes Pumas de Andrés Lillini. Curiosamente fue el gol en Ciudad Universitaria de un puma, Emmanuel Gigliotti, el que encaminaría al León a lograr la octava estrella.

La obra maestra se culminó en el Camp Nou, y con un futbol pragmático, la escuadra esmeralda supo contrarrestar el impulso anímico de los Pumas. Hubo algunas voces que no pudieron ocultar la sorpresa de que el León jugó muy diferente la Liguilla a los 17 juegos del torneo regular. Pero ni Ambriz ni sus jugadores tienen la culpa. El formato de nuestro futbol así te lo demanda. De nada te sirve una extraordinaria campaña, si por 45 minutos de nervios y desconcentración, se te puede ir todo a la basura contra el lugar 12 del torneo regular.

Afortunadamente los dioses del futbol fueron justos y tuvimos en la final a los dos equipos que merecían jugarla y el mejor de la temporada coronó el esfuerzo físico y mental, que requirió este atípico año, porque no podemos olvidar, que los futbolistas estuvieron también bajo pruebas médicas para detectar Covid y bajo el estrés que implica enfrentar esta pandemia; también son humanos, también tienen familia.

Mención especial tiene Nacho Ambriz que por fin pudo coronar una carrera de 17 años en el banquillo, como entrenador y también como asistente del Vasco durante su paso por el futbol español. Humilde, trabajador, sin necesidad de reflectores ni campañas publicitarias, Ambriz es el modelo perfecto que ejemplifica el profesional que vive de y para el futbol, nada más.

Su título es una gran noticia para la afición del León y Grupo Pachuca, pero también lo es para el futbol mexicano. En nuestro sistema voraz y depredador, en donde se privilegia el resultado más allá de las formas, el hecho de que Ambriz se haya liberado de los juicios y murmullos que ya cuestionaban su “capacidad” para ganar títulos, le aligerara desde ahora su carrera y ya es, sin duda alguna, un candidato natural para llegar al Tricolor cuando los tiempos lo indiquen.

Pero debo confesar, que antes de la Selección Nacional, yo comparto la ilusión que tiene Nacho de llegar un día a Europa. Ojalá su buena relación con uno de sus maestros, Javier Aguirre, y el paso que tuvo en España, le ayuden a encontrar esa rendija para colarse en las listas de promotores que lo puedan colocar en el viejo continente. Ése es el verdadero premio que Ambriz se merece, porque a veces el Tri parece más una condena.

No queda más que felicitar al club León, por colarse ya como uno de los cinco equipos con más títulos en la liga mexicana, a toda la plantilla esmeralda por su entrega, a Luis Montes, el mejor futbolista del torneo; a Nacho Ambriz, por su impecable trabajo dentro y fuera de la cancha. Y claro, a Grupo Pachuca, que sigue dando cátedra de cómo gestionar equipos profesionales de futbol.

Felicidades, León, por ser, indiscutiblemente, el rey del futbol mexicano.