Eduardo Marín Conde

Imposición para buscar inclusión

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde
Eduardo Marín Conde
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Avanzan los cambios en Hollywood en cuanto a la integración de los repartos y los procesos de producción de las películas, con el supuesto objetivo de lograr mayor inclusión. Se trata de forzados mecanismos que representan una imposición en la línea de lo políticamente correcto. Ya no se trata de calidad sino de cuotas que en el fondo conllevan un trasfondo discriminatorio.

Por supuesto hay que luchar por evitar que haya desigualdades salariales y marginación laboral contra mujeres o personas de la comunidad negra u otros grupos étnicos minoritarios. Pero el noble propósito de la equidad se ha distorsionado para rayar en la intolerancia.

Las cuotas ya se aplican en los premios. No volveremos a ver que en las nominaciones de los Oscar en las cuatro categorías de actuación no se incluya a alguien de raza negra. No hay manera que se repita lo sucedido en 2015 cuando todos los nominados fueron blancos. Entonces Will Smith mereció ser nominado por “La verdad oculta” pero los errores en la Academia han sido frecuentes y es un despropósito asumir que se trató de una postura racista. La reacción contra este hecho fue excesiva. Medios como Variety, todo un referente en Hollywood, se dedican a contar cuántos nominados de la comunidad negra hay, cuántas mujeres en dirección, sin mencionar el aspecto de los merecimientos.

Debemos acostumbrarnos que entre los ganadores de actuación y de Mejor Dirección haya alguien de una minoría étnica. Hace más de un siglo la admirable Madame Curie, doble ganadora del Nobel, aseveró: “Nunca he creído que por ser mujer deba merecer tratos especiales. De creerlo, estaría reconociendo que yo soy inferior a los hombres, y yo no soy inferior a ninguno de ellos".

Por otro lado, está cambiando radicalmente la conformación de los elencos en las películas. Un caso ilustrativo es “Pasajero inesperado”, de Netflix. Hay sólo cuatro personajes, a bordo de una nave espacial: dos mujeres, dos hombres; uno es negro y otro de origen asiático.

La Academia ha impuesto nuevas reglas para que una producción sea elegible al Oscar a Mejor Película (efectivo a partir de 2024), lo que sí es preocupante. Cualquier filme debe cumplir obligatoriamente dos de cuatro normas: 1) Al menos uno de los actores estelares o los actores de reparto más importantes deben ser de raza negra, latinos, asiáticos, hawaianos, nativos de Alaska o indios americanos, o 30% de todo el reparto debe ser de mujeres, personas de la comunidad LGBTQ o discapacitados, o la trama principal debe ser sobre estos grupos; 2) al menos dos rubros en una producción (dirección, guion, fotografía, edición, etc) deben ser ocupados por mujeres, negros, minorías raciales o LGBTQ; 3) las productoras o distribuidoras deben contar con un programa de becas para mujeres y grupos minoritarios, y 4) varios de sus ejecutivos en mercadotecnia y publicidad deben pertenecer a dichos grupos.

Por no tener reglas de inclusión, Hollywood se ha lanzado con furia contra los Globos de Oro. Luce inminente la cancelación del evento en 2022.