Eduardo Marín Conde

Los Remakes de Hollywood

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde
Eduardo Marín Conde
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Uno de los filmes más elogiados, innovadores, brillantes de los últimos años es “Una ronda más”, del prestigiado cineasta Thomas Vinterberg. Recién ganadora tanto del Oscar como del BAFTA de la academia británica como mejor película no hablada en inglés, también le valió a Vinterberg la nominación a Mejor Director en ambos premios. De igual modo, la academia francesa le concedió el César a la mejor producción extranjera.

Sagaz, lúcida, anti convencional, es un memorable testimonio de la naturaleza del ser humano, pero, ante todo, es una entrañable celebración de la vida misma. La sensación que causó en Estados Unidos despertó el interés de diversos productores. Finalmente, fue Appian Way, la compañía de Leonardo Di Caprio, la que se quedó con los derechos para realizar un remake, el cual será protagonizado precisamente por él mismo. Será un gozo verlo en el papel que interpreta el eficaz Mads Mikkelsen, quien es nueve años mayor.

Appian Way es la productora de “The Revenant”, de nuestro paisano González Iñárritu, que le dio a Di Caprio el Oscar a Mejor Actor Estelar, así como de “The Killers of The Flower Moon”, que el actor está filmando con Martin Scorsese, quien también lo dirigirá en su esperada biografía del presidente Theodore Roosevelt. Aunque será clave quién dirigirá la nueva versión de “Una ronda más”, el hecho que Di Caprio esté detrás del proyecto da confianza de que se mantendrá su espíritu original, evitando el discurso moralino.

Una característica de Hollywood ha sido recurrir a los remakes de importantes filmes europeos y asiáticos, con resultados muy dispares. En varias ocasiones, por el afán comercial, se ha cedido al convencionalismo y al simplismo. Recordemos “Vanilla Sky”, banal versión del audaz filme español “Abre tus ojos”, o la complaciente “Perfume de mujer” (por la que Al Pacino ganó el Oscar que ya le debía la Academia), que, aunque retomó la novela de Giovanni Arpino, se basó en buena medida en la versión italiana que estelarizó Vittorio Gassman, la cual tenía más chispa.

Asimismo, Spike Lee fracasó en su remake de la inquietante “Old Boy” del coreano Chan Wook-Park. Un remake lamentable fue “Ciudad de ángeles” con el infumable de Nicolas Cage, ridícula versión de la alemana “Las alas del deseo” de Wim Wenders. Hay otros casos en los que los remakes fueron acertados, conservando la esencia de los originales: la comedia “La jaula de las locas” o el thriller de ciencia ficción “12 monos”, ambos basados en películas francesas. Igual sucedió con los filmes de terror “El aro” y “La maldición” (en la cual repitió el mismo director: el japonés Takashi Shimizu). Otro afortunado ejemplo es “Insomnia” de Christopher Nolan, a partir de un filme noruego.

Un remake que creo resultó superior a su antecesor fue “Los infiltrados” de Scorsese, que retomó la trama del también brillante filme “Internal Affairs” de Hong Kong. Pero son muy raras excepciones.