Eduardo Nateras

Procesos internos: recta final

CONTRAQUERENCIA

Eduardo Nateras*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Eduardo Nateras
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La carrera presidencial comenzó hace varios meses —mucho antes, incluso, de que comenzaran formalmente los procesos internos del oficialismo y la oposición de definición de candidaturas— y, si bien, aún nos separan más de nueve meses de la jornada electoral, en días recientes se han dado movimientos decisivos de cara a las elecciones del próximo año.

A pesar de la aparente lejanía de la elección presidencial —a realizarse el 2 de junio de 2024—, en tan sólo un par de semanas se tomará una de las determinaciones más cruciales de todo el proceso: la definición de las dos principales candidaturas por la presidencia —tanto del partido oficial como del bloque opositor—, entre quienes muy probablemente surja el próximo o próxima inquilina de Palacio Nacional.

Por lo que respecta al Frente Amplio, luego de delimitar las tres precandidaturas con mayor respaldo que continuarían hasta la última etapa del proceso interno, esta semana Santiago Creel declinó continuar en la disputa —al ser el menos aventajado— y prefirió respaldar a Xóchitl Gálvez, en una maniobra que busca evitar la división de preferencias entre panistas, lo que beneficiaría a la priista Beatriz Paredes –la otra finalista de la contienda interna. Será, pues, una mujer, quien encabece la candidatura del frente opositor.

En cuanto a la candidatura del oficialismo, aparentemente, Claudia Sheinbaum lidera las preferencias, mientras que Marcelo Ebrard se mantiene en segundo sitio. Sin embargo, en días recientes destacaron las declaraciones del excanciller referentes a simulación, uso de recursos públicos y acarreos masivos en el proceso morenista. Si bien Ebrard ha señalado que no tiene intenciones de abandonar el partido, su descontento con el proceso e, incluso, con la forma en la que lo ha conducido el Presidente, es manifiesto, lo que aún deja abierta la posibilidad de una ruptura con Morena, en caso de no ser él el elegido.

Y no menos importante, queda aún por definirse el papel que jugará Movimiento Ciudadano en la elección presidencial. A decir del líder del partido Dante Delgado, no hay manera de que participen en una alianza con el PRI, por lo que sería hasta diciembre cuando definan su candidatura —con él mismo como una de las alternativas—, lo que abona a las suspicacias de que, en realidad, están a la espera de la conclusión del proceso de Morena para que, en caso de rompimiento, puedan cobijar y ungir a Marcelo Ebrard como su propio candidato.

A este, de por sí, complejo escenario en el partido naranja, se suma una reciente crisis, tras el rompimiento de Enrique Alfaro —gobernador de Jalisco— con el partido, ante la negativa de su dirigente de sumarse al frente opositor. Cabe destacar que su ruptura recibió el espaldarazo de diversas figuras internas —entre alcaldes, diputados locales y senadores—, lo que le pone presión a Dante Delgado de reconsiderar el rumbo que habrán de tomar en la elección presidencial.

Con la expectativa a tope en esta recta final de las internas, en todos los frentes se cuecen habas, a escasos días de conocer la conformación principal de la boleta presidencial.