Entre Xóchitl te veas

Hace apenas un par de semanas, las dirigencias del PRI, PAN y PRD dejaron de ser meros espectadores de la pasarela de precandidaturas oficialistas y, finalmente, anunciaron las bases generales de su propio proceso de definición de la candidatura presidencial.

Como primer gran efecto, a la par del anuncio vinieron diversas declinaciones de varias figuras que, desde hace varios meses, representaban algunas de las caras más visibles de la —de por sí— menguada oposición. Pero, con ello, también vino la adición de Xóchitl Gálvez como una de las alternativas del frente opositor, quien —para sorpresa de muchos— se colocó casi de manera inmediata como puntera en las encuestas, a pesar de no haber mostrado abiertamente de manera previa interés en la candidatura presidencial.

Sin duda, el destape cimbró al principal inquilino de Palacio Nacional, quien tenía muy bien medidas a las –hasta entonces– posibles candidaturas opositoras. Pero no así a Xóchitl, alguien que sí conecta con la gente y que sí puede representar una rival fuerte en la contienda por la Presidencia. Desde entonces, el Presidente no ha perdido tiempo en sus espacios mañaneros para nombrarla, minimizarla, denostarla y cuestionarla, una y otra vez, ya sin siquiera dedicarle tiempo a cualquiera de las otras alternativas del frente opositor.

Por otro lado, la posibilidad de que sea ella la candidata opositora abrió la puerta a que, incluso, Movimiento Ciudadano la respalde y se sume a la alianza, en vez de esperar una eventual ruptura de Marcelo Ebrard con su partido —en el caso de no ser el candidato de Morena— o postular a alguna de sus caras más visibles en las figuras de Luis Donaldo Colosio Riojas o Samuel García.

Está por verse qué pesará más, si el pleito abierto que mantiene MC con el PRI y su dirigente —lo que ha impedido que los naranjas se sumen a la alianza opositora en este proceso y lo impidió en las recientes elecciones en Coahuila y Estado de México— o considerar la opción más viable de poder derrotar al oficialismo en las elecciones presidenciales del próximo año.

Con respecto al proceso de definición de la candidatura, cabe resaltar las fallas que ha presentado la plataforma para la recolección de firmas en respaldo a las y los respectivos aspirantes —Xóchitl, Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes, como las cartas más fuertes—, como parte del proceso interno definido por las dirigencias del PAN, PRI y PRD, para lo cual el Comité Organizador que definieron determinó ampliar el plazo de recolección de firmas del 5 al 8 de agosto.

Y no menos importante, aunque parezca pato, haga como pato y camine como pato, resulta que para la renovada mirada de la autoridad electoral —y avalada en votación dividida por el tribunal del ramo—, la pasarela de más de una decena de presidenciables —tanto del oficialismo como de la oposición— a lo largo y ancho del país y el respectivo dispendio de recursos, no representan actos anticipados de campaña, sino muy vistosas y vertiginosas acrobacias y maromas que forman parte de la vida y definiciones internas de los partidos. ¡Ridículo!