El Duende

Cobro de piso

DESDE LAS CLOACAS

El Duende*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El cobro de piso se ha convertido en una tradición maldita en México. Un negocio que genera ganancias millonarias para las organizaciones criminales.

Hace unas semanas, este delito desató un enfrentamiento entre pobladores y presuntos extorsionadores en el Estado de México. El resultado, la barbarie producto del hartazgo de los habitantes hacia estos grupos delincuenciales.

La cosa no quedó ahí, hace unos días se desató una balacera que dejó un saldo de dos muertos y siete heridos —entre ellos una menor de edad— en calles de la alcaldía Iztacalco.

Desafortunadamente, no son los únicos casos. El cobro de piso está instalado en nuestro país y se ha generalizado en todo, incluso en la recolección de basura, sí, de basura. Le cuento.

Dos semanas antes de concluir el año, en la colonia Cerro de la Estrella de la alcaldía Iztapalapa, la campana del camión del servicio de limpia dejó de sonar por las mañanas como comúnmente sucedía.

Al mismo tiempo, barrenderos y personal de limpia de la demarcación dejaron de barrer las calles. La basura de fin de año se fue acumulando y a los vecinos se les hizo raro que el camión dejara de pasar a colectar los residuos.

Los últimos días de 2023, habitantes de esta zona de la capital comenzaron a ver a personas que recorrían las calles, ya no por las mañanas sino por las noches, recolectando la basura. Hombres y mujeres sin el uniforme de los servicios de limpia, sin los camiones y sin los carritos que usted y yo conocemos.

A estas personas se les tiene que pagar una cuota fija por llevarse la basura y ante la falta del servicio de limpia de la alcaldía, los vecinos se ven en la necesidad de pagar.

¿Qué sucedió? Fuentes confiables me detallan que, desde hace algunos años, una organización conocida como “Los Pepes” ha intentado adueñarse de la recolección de residuos en distintas partes de la alcaldía Iztapalapa.

Lo anterior debido a que los residuos generan ganancias millonarias por los materiales reciclables que se pueden vender por separado. Le hablo principalmente de plásticos y metales diversos.

Esta agrupación, cuyo centro operativo se encuentra en la esquina de las calles Once y Catarroja, a las faldas del Cerro de la Estrella, se ha encargado —desde hace al menos una década— de cobrar cuotas al personal del servicio de limpia para dejar que realicen su trabajo.

Con amenazas de muerte, han logrado que los trabajadores les den una parte de las propinas que los vecinos dan por llevarse la basura, o como en este caso, que dejen de trabajar y les “renten” las calles a otras personas para que estas se encarguen de recolectar los materiales que se puedan reciclar y lo demás dejarlo en tiraderos a cielo abierto.

Las autoridades saben que se trata de unos 30 cabecillas de esta organización, quienes controlan la recolección de basura de esta zona de la Ciudad de México, cobran piso y reparten amenazas de muerte a su antojo.

En el baúl. Iniciamos año electoral con divisiones que no han sido superadas dentro del INE. A ver si como “propósito de año nuevo” las y los consejeros cierran filas para lo que se viene. Yo por lo pronto, querido lector, aprovecho para agradecerle un año más su cita conmigo todos los lunes en este espacio; le aseguro que seguiremos ventilando a más políticos y destapando más cloacas de la vida pública nacional. Le deseo lo mejor este 2024, que a todos nos vaya bien, y sobre todo que haya mucha salud.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!