El Duende

Desmantelamiento

DESDE LAS CLOACAS

El Duende*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La salida de Alejandro Encinas de la subsecretaría de Derechos Humanos en Gobernación para irse a fortalecer el equipo de Claudia Sheinbaum, tiene al menos dos lecturas.

Fuentes cercanas al Presidente López Obrador me cuentan que, en los pasillos de Palacio Nacional el movimiento fue leído como una fuerte reprimenda por el raspón que Encinas Rodríguez le dio a Omar García Harfuch el pasado 27 de septiembre durante la presentación del informe sobre los avances en el caso de los normalistas desaparecidos.

Es bien sabido que el exfuncionario federal forma parte de los grupos que, al interior de Morena, se oponen a que un alguien que no es del ala dura de los guindas encabece la Jefatura del Gobierno de la capital del país.

Sin embargo, me explican, si el aspirante a jefe de Gobierno es protegido de Sheinbaum Pardo ¿por qué Encinas se va precisamente a su equipo? Y es de esta lectura que viene la otra versión.

El Presidente ha tratado de darle una salida “decorosa” a Alejandro Encinas pues su renuncia debió ponerse sobre la mesa desde finales de agosto, cuando la entonces titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana, presentó su renuncia con carácter de irrevocable.

Confrontado con el Ejército y con los padres de los normalistas de Ayotzinapa, Alejandro Encinas se va para reforzar los trabajos rumbo a la elección de 2024. Allá, por aquellas fechas, me dicen, tendrá fuero, ya sea de diputado o de senador.

Aquí el problema es que sea cual sea el motivo de la salida del Gobierno —con aplausos, dijo el Presidente— y sea cual sea su destino, el problema y lo lamentable es que con su salida la política de búsqueda de desaparecidos de esta administración prácticamente comienza a resquebrajarse.

Porque no sólo se trata de Alejandro Encinas y Karla Quintana, el equipo que se conformó durante estos años y que dio seguimiento puntual a los familiares que buscan a sus hijos, hijas, madres y padres, también se ha ido y con ellos la esperanza de personas que pensaron que, por fin, en este sexenio hallarían a sus seres queridos.

Encontrar a los desaparecidos fue una de las principales promesas al iniciar el Gobierno en 2018, hoy esa promesa junto con otras, se están desmantelando.

En el baúl. La semana pasada durante la discusión del proyecto del principio de paridad en gubernaturas para mujeres, en el Consejo General del INE afloraron como nunca las diferencias entre al menos dos bloques de consejeras y consejeros electorales. Uno, en el que se encuentra la presidenta Guadalupe Taddei y otro, encabezado por la consejera Claudia Zavala. Las diferencias entre uno y otro bloque derivaron en que el Consejo General desechara el proyecto que le daría a las mujeres cinco de nueve candidaturas para gobernador el próximo año. Algunos dijeron que se trató de un error, otros dijeron que fue una trampa bien planeada. En medio del arranque del proceso electoral y con las precampañas a la vuelta de la esquina ¿a quién le conviene un INE dividido?

Basta por hoy, pero el próximo lunes… ¡regresaréeee!