¿Y las donaciones Covid?

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En plena emergencia sanitaria de Covid-19, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), no realizó un registro de insumos por donaciones recibidas para atender la pandemia SARS-CoV-2.

En una investigación interna a la que este Duende tuvo acceso, se exhibe la carencia de un registro de las donaciones que recibió el instituto por parte de la Fundación Carlos Slim, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros laboratorios de la iniciativa privada.

¿A cuánto ascendieron esas donaciones? Nada más y nada menos que a ¡13 millones de pesos!

Los insumos fueron recibidos entre el 17 de marzo y el 19 de diciembre del 2020. Curiosamente, la temporada coincide con los dos picos más altos de la pandemia, pero no hay documentación que avale o respalde la entrega-recepción de los mismos.

Son poco más de 138 mil, entre medicamentos, equipo de curación, equipo de protección personal, cubrebocas, guantes, batas, gel antibacterial, etcétera. Todos vitales para atender la epidemia que en el país ha causado la muerte —hasta ahora— de más de 320 mil personas (según las cifras oficiales) aunque las reales nos sugieren más de 600 mil.

¿Qué pudo haber causado que funcionarios no registraran tan importantes donaciones? ¿La falta de personal? ¿La falta de un esquema de organización y funcionamiento del sistema de salud? ¿Corrupción?

Al no existir estos registros documentales sobre a dónde fueron a parar estos materiales, entramos en el terreno de la especulación y el sospechosismo. ¿Se usaron para atender a los mexicanos de a pie? ¿Llegaron a los hospitales públicos? ¿Se fueron a manos de políticos y particulares? ¿Hicieron mal uso de éstos? ¿Los revendieron? Son demasiadas preguntas sin respuesta.

Mientras el Gobierno federal recibía insumos vitales, se lanzaban complicados acuerdos con organismos internacionales como la ONU para ver dónde compraban medicamentos y material de curación en una crisis de salud sin precedentes.

Hace unos días, la misma ONU detalló que en México hubo un exceso de mortalidad durante 2020 y 2021: 626 mil fallecimientos en total, contradiciendo las versiones oficiales que hasta hoy incluso se presumen como “una muerte al día” por Covid-19.

Seguramente, vendrán organismos internacionales a decirnos —más adelante— que tras revisiones e investigaciones, se encontró que se hizo un mal uso de todos estos medicamentos y donaciones que se dieron para atender la pandemia de Covid en nuestro país.

Es necesario que las autoridades expliquen qué pasó con ese apoyo que recibieron y de qué manera se canalizó ,para que nuestros familiares, amigos y seres queridos, fueran atendidos en los momentos más críticos de la pandemia. En vez de eso, lo que prevalece es la opacidad y la falta de transparencia.

En el baúl. Las reformas constitucionales pendientes: la Electoral y la de la Guardia Nacional, no tienen futuro… y no porque ya lo haya dicho la oposición, sino porque desde Palacio Nacional así se mandaron y así se pensaron.

Me cuentan que el propio Presidente sabe que sus iniciativas correrán con la misma suerte que la Reforma Eléctrica, no pasarán. Incluso, no tiene intenciones de dar la batalla para ver si logran doblar a la oposición, porque en una de ésas se le juntan todos y terminan por armarle un bloque electoral. Es mejor, me dicen, mantener las aguas calmadas. Por lo pronto, él ya cumplió con mandarlas.

Basta por hoy, pero el próximo lunes, regresaréeeeeeeee!