El Duende

Final Dantesco

DESDE LAS CLOACAS

El Duende*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El desenlace de la telenovela “fosfo fosfo” fue una vergonzosa crisis política en el estado de Nuevo León, una incipiente victoria para la coalición Fuerza y Corazón por México y, lo más relevante, un partido político, Movimiento Ciudadano, sin candidato presidencial.

Pero ¿cómo llegaron hasta esto? Aunque usted no lo crea se les estuvo dice y dice. Por un lado, no fueron pocas las ocasiones en que legisladores de oposición en el Congreso neoleonés denunciaron y denunciaron actos de hostigamiento por parte de Samuel García, quien en lugar de tejer alianzas, se dedicó a golpear.

Lo anterior derivó en que, a finales de septiembre pasado, las y los diputados locales del PAN y PRI advirtieran que, en caso de que Samuel quisiera buscar la Presidencia, no le aprobarían una licencia y le bromearon que era mejor que renunciara al cargo.

Y no, no fue la primera ni la única advertencia de lo que se avecinaba. Desde julio pasado el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, advirtió que existía una clarísima falta de rumbo en el proyecto con el que MC pretendía enfilarse a las elecciones del 2024.

Hay que recordar que el pasado 7 de julio, Alfaro lanzó un video en el que señalaba que Movimiento Ciudadano debería de ser el primero en dar un paso al frente para plantear una estrategia seria que permitiera la construcción de un verdadero frente opositor: 

“No basta con criticar a los partidos de siempre, no basta con despotricar contra quienes gobiernan y, por su supuesto, no basta con decir que somos una tercera vía y que podemos competir solos”, aseguraba el mandatario jalisciense.

Y además agregaba: “Jalisco y Nuevo León son dos ejemplos de que ese camino es posible, sí, pero la circunstancia nacional hoy es diferente y no entenderlo, es una necedad”.

El gober tapatío advirtió que construir una tercera vía, era contribuir a la consolidación de un nuevo régimen: “Movimiento Ciudadano ha optado por una ruta que no entiendo ni en sus tiempos ni en sus formas, la opinión de quienes desde Jalisco tanto le hemos aportado al partido, dejó de ser importante para quienes toman las decisiones nacionales. Por eso no pienso hoy hacer lo que nunca he hecho en mi carrera política, ser parte de algo en lo que no creo”.

Ahí murió esa bronca. Tras asegurar que se lanzaba un proyecto sin visión para competir en la elección presidencial, Alfaro mejor declinó participar.

Un mes después, ya con los pies en otro lado, el gobernador volvió a señalar sobre la dirigencia nacional de MC: “no hay claridad de lo que se está haciendo y se están cometiendo errores muy graves, que cada quien asuma su responsabilidad, yo no seré parte de esas decisiones. Yo espero que, por el bien de este Estado, de Nuevo León, se resuelva este tema rápido y la decisión de Samuel de participar en este proceso yo la respeto, tengo aprecio por Samuel, pero se lo he expresado a él, yo no voy a ser parte del proyecto político que va a buscar la Presidencia de la República, yo me voy a quedar en Jalisco y voy a cuidar que este gobierno cumpla con su responsabilidad hasta el último día”, fueron literalmente sus palabras.

Enrique Alfaro, me cuentan, ha sido respetuoso de la decisión (¿mala?) de Samuel García de participar en el proceso electoral y solo le ha pintado la raya para no participar junto con él en un proyecto.

El caso es que los sucesos que se han dado en las últimas horas, dan cuenta de que el jaliscience tenía razón, que tenía mejor pulso que el del propio Dante Delgado, a quien de plano y en abierto le ganó la necedad. Y Alfaro hoy bien podría decirle a Dante: “No me gusta decir te lo dije, pero te lo dije”.

Dante Delgado sabe bien que no le iban a ganar a la fuerza arrolladora de los morenos en la Presidencia, pero esperaba que con una exitosa campaña su partido ó negocio particular, como le quieran llamar, se convirtiera en la tercera ó segunda fuerza política en el Congreso. Ahora y por sus malas decisiones, ni candidato tiene.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!