García Luna y el Altiplano

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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¿Qué pasa cuando a un penal de máxima seguridad le contratas un sistema para la detección de drones pero éste sistema no funciona, y cuando revisas, el encargado de darles mantenimiento está… preso en Estados Unidos y acusado de pertenecer a uno de los cárteles más poderosos del mundo?

Jajaja, así como lo leen. Parece noticia curiosa, pero no lo es. Me enteré que a pesar de la peligrosidad de los internos, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1 Altiplano, en el Estado de México, operó en 2020 sin un sistema de protección contra drones. Y no estaba en funcionamiento porque la empresa encargada de prestar este servicio fue una ligada a Genaro García Luna.

El mismo Gobierno reconoce que las personas privadas de su libertad en este penal de máxima seguridad, tienen un gran poder, mismo que puede llegar a desestabilizar la Seguridad del Centro Federal y, en casos extremos, poner en riesgo el control de todos los internos que ahí convergen.

Como gran ejemplo hay que recordar a Joaquín El Chapo Guzmán Loera, que se escapó de dicho centro penitenciario el 11 de julio de 2015.

Pues en octubre de 2020, las autoridades del penal informaron que el sistema de protección contra dones no los detectaba y que el último servicio de mantenimiento fue adquirido por la prestadora de servicios NUNVAV INC.

Actualmente, esa empresa tiene bloqueadas sus cuentas bancarias, así como las de su apoderada legal, Rosalba Tapia Alvarado, también vinculada con el exsecretario de Seguridad Pública y quien desde el año pasado también es investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera.

Ya sólo para contextualizarles este chisme, según investigaciones, NUNVAV INC. sirvió a García Luna para triangular dos mil 678 millones de pesos y 74 millones de dólares desde el Gobierno federal a empresas que eran suyas.

Con ese dinero compró sus humildes mansiones, su casa en Miami, Florida, y hasta le alcanzó para pagar el estilo de vida de él y de toda su familia en los Estados Unidos… antes de que sus tranzas lo alcanzaran y le cayera el brazo de la justicia.

En el baúl. Estuve en Hermosillo, Sonora, en junio de 2009, tras la tragedia de la Guardería ABC, en la que 49 niñas y niños perdieron la vida y más de 100 resultaron con lesiones de por vida. Hoy, que los dichos del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación han encendido el caso de nuevo, quiero recordar lo que escuché de uno de los padres de estos inocentes en aquel momento.

“Si dejamos que esta tragedia en contra de lo más preciado que tenemos, los niños, se quede en la impunidad, lo que le espera al país es un baño de sangre”. Y miren hasta dónde hemos llegado. A, b, c, ¡justicia!