¿Cómo será el tercero?

DESDE LAS CLOACAS

El Duende*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
El Duende
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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Al INE se le cayó el sistema. Durante el primer debate, el pasado 7 de abril, las condiciones para la cobertura para los medios de comunicación fueron realmente deplorables.

La Coordinación Nacional de Comunicación Social acreditó a más medios de comunicación de los que podía atender en su sede central, al sur de la Ciudad de México, donde el árbitro electoral llevó a cabo por primera vez en su existencia un encuentro entre presidenciables.

No sólo los lugares fueron insuficientes, los problemas de transmisión y la falta de Internet, enmarcaron la jornada para medios nacionales e internacionales que daban cobertura a un evento tan importante como un debate entre las candidaturas de donde saldrá quien lleve el rumbo y destino del país. 

Por si fuera poco, los errores técnicos y las quejas de las candidaturas pusieron en entredicho la organización. La nota, como se dice en el argot periódico, fueron las fallas en el cronómetro y los tiros de cámara que sirvieron de pretexto para desacreditar la imparcialidad del INE con los aspirantes.

También hubo quejas por el mal servicio de internet y por las pésimas condiciones para la cobertura, y éstas llegaron hasta la oficina de la presidencia del INE que, en reuniones previas al segundo debate, se comprometió a mejorar los servicios.

Incluso, en una conferencia, la presidencia del árbitro electoral aseguró que se tendría un segundo debate libre de errores técnicos.

Con esa instrucción, el segundo debate, en los Estudios Churubusco, el pasado 28 de abril pintaban para mejorar, pero un minuto antes de iniciar el encuentro, los monitores en la sala de prensa que se instaló en el estacionamiento del lugar se fueron a negros y la señal de Internet con la que trabajaban los medios de comunicación también se cayó.

Los medios acreditados, al menos 400, estallaron contra la organización y las condiciones técnicas, incluso hubo llamados a dar “portazo” con tal de seguir el debate en tiempo real. Durante las casi dos horas que duró el encuentro la señal nunca se restableció al 100 por ciento.

La mala calidad en las condiciones hace suponer que algo anda mal con los encargados de organizar los debates que, desde luego, no son nada baratos. El pago por los tres eventos, según fuentes oficiales, ronda los 30 millones de pesos.

Luego de las dos descalabradas de los primeros debates, el árbitro electoral prepara el tercer y último encuentro en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco (CCU). Para evitar las fallas técnicas y que se les vuelva a caer el sistema en cuanto a cobertura periodística, se han tomado medidas como dejar fuera a cientos de representantes de los medios de comunicación. Sí, dejar fuera, así como lo lee.

El INE ha limitado a solo dos reporteros por medio el espacio en la sala de prensa que se instalará en el CCU, los demás tendrán que permanecer fuera del recinto o seguir el último debate a distancia.

La democracia requiere de los medios de comunicación y viceversa. La mala planeación institucional de los debates, el mal cálculo para contratar empresas que garanticen los servicios, y la calidad del mismo, no pueden marginar a periodistas y medios informativos del seguimiento puntual de los procesos electorales.

Ya veremos cómo se desarrolla el tercero y si las condiciones cambiarán o volveremos a lo mismo.

En el baúl. Los encuentros entre gobernadoras, gobernadores y el Gobierno federal se han intensificado en las últimas semanas. Me cuentan que en la Secretaría de Gobernación la pasarela está con todo, casi todos los días algún titular de los Ejecutivos locales se da su vuelta para afinar detalles del proceso electoral, principalmente, me dicen, con el tema de inseguridad.

¡Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!