En duda, vacunas sin aval científico

Son tan numerosas y contradictorias las opiniones y reportes acerca de la efectividad real de las vacunas anti-Covid que fabrican las principales farmacéuticas en el mundo, que ya no se sabe bien a bien cuáles realmente pueden y deben ser aplicadas a personas hasta determinada edad, que han propiciado confusión, dudas, temor y hasta rechazo en ser utilizadas por parte de un amplio número de personas.

Una de ellas es la de fabricación rusa Sputnik V, de la que México adquirirá 24 millones de dosis, a pesar de que aún carece de respaldo científico por no cumplir la tercera fase que la avale ni ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones internacionales, ni tampoco por la Cofepris, y otra, la CanSino, de China, que está en igual circunstancia, pero que en nuestro país se apresura su adquisición.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

La pregunta va y viene desde hace hoy justamente una semana, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador se contagió de Covid-19 durante una gira por Nuevo León y San Luis Potosí, y empezó a sentir los primeros síntomas y tras someterse a una prueba, el domingo siguiente dio positivo: ¿cuál es su verdadero estado de salud, más allá de que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, insista en que “está muy fuerte” y “atiende asuntos públicos”?

Eso, además de confusión, ha propiciado que en las redes sociales, sus malquerientes insistan en poner en duda que realmente se haya contagiado o que sostienen que es una más de sus “ocurrencias distractoras”, y que a través de aquellas se difundan mensajes y deseos de su pronto restablecimiento de parte de algunos de sus más críticos o a los que sataniza en sus mañaneras.

En la conferencia de prensa de ayer en Palacio Nacional, la titular de Segob reiteró lo que ha dicho a lo largo de la semana, sin dar detalle alguno ni reporte médico alguno: “la salud de nuestro Presidente está bien, muy satisfactoria; en unos días estará de nuevo con nosotros y en plena actividad”, y transmitió un mensaje de su jefe a los diputados federales de Morena a que “mantengan en alto las banderas” de la 4T.

Que finalmente, contagiado por Covid y aislado en la sede del Gobierno de la República, como él mismo lo anunciara la tarde del domingo pasado a su regreso de la capital potosina, es lo que más le preocupa: que Morena mantenga la mayoría en San Lázaro y las iniciativas de ley que ha remitido a lo largo del sexenio –la mayoría, impugnadas ante la Suprema Corte de Justicia– sigan siendo aprobadas sin modificaciones, sin debates y a mano alzada.