Gabriel Morales Sod

Llegó el momento de un cese al fuego

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Gabriel Morales Sod
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Durante el primer mes de la guerra, parecía que los dos objetivos militares de Israel, la eliminación del brazo armado de Hamas y la liberación de los entonces más de 200 rehenes, eran complementarios. Hamas, sufriendo la enorme presión del avance del ejército israelí en el norte de Gaza, cedió a una tregua humanitaria que garantizó la liberación de más de cien civiles israelíes, a cambio de un aumento significativo de la ayuda humanitaria y la liberación de cientos de presos palestinos —la gran mayoría con convicciones por actos terroristas—.

Esta tregua culminó cuando Hamas incumplió su parte del trato, negándose a liberar a todas las mujeres y niños.

Sin embargo, conforme pasan las semanas, la campaña, que ha tenido un costo enorme de vidas de civiles palestinos y ha resultado en el desplazamiento masivo de la población en Gaza, no solamente no ha forzado a Hamas a liberar más rehenes, sino que resultó en uno de los episodios más trágicos de esta guerra cuando el ejército israelí disparó a muerte a tres de los rehenes, a quienes confundió con miembros de Hamas. La muerte de estos tres jóvenes dejó en claro que los dos objetivos de la guerra son contradictorios y de inmediato las familias de los rehenes salieron a las calles junto con miles de personas más para demandar un cese al fuego y asegurarse, antes que todo, de salvar a quienes siguen en vida. No hay objetivo militar ni moral más importante que éste.

A pesar de que Hamas está herido de muerte en el norte de Gaza, su liderazgo militar sigue en vida y mientras Israel avanza por tierra, Hamas ha desarrollado una estrategia de guerrilla letal a través de los cientos de kilómetros de túneles que construyó en la última década. Es decir, que poco a poco queda claro que Israel no tiene la capacidad de eliminar a esta organización en el corto plazo y que el avance militar parcial no es razón suficiente para poner en peligro la vida de los rehenes. Ancianos, niños, mujeres y jóvenes israelíes que, según los testimonios de quienes regresaron, viven en condiciones precarias y sus vidas están en riesgo.

Israel perdió esta guerra el 7 de octubre, cuando cientos fueron asesinados, torturados y secuestrados en el sur, ocasionando el desplazamiento de cientos de miles en el país. La derrota de Hamas, aunque un objetivo que debe conseguirse en el largo plazo, no parece ser una meta realista en las próximas semanas. Así que la liberación de los rehenes, aunque no implique una victoria en ningún sentido, debe ser el objetivo moral y nacional supremo. Para lograrse se tiene que negociar de nuevo un cese al fuego que garantice además ayuda humanitaria masiva a los civiles palestinos. Ha llegado el momento.