¿Cuándo terminará la guerra en Ucrania?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La guerra entre Ucrania y Rusia se ha convertido en un laberinto sin salida. Por un lado, si bien es cierto que el ejército ruso “omnipotente” que todos predecían conquistaría Ucrania en un par de semanas ha resultado un fiasco en el campo de batalla, Moscú, por medio de la conscripción masiva y un esfuerzo de compra de armamento y movilización industrial, ha conseguido detener el avance ucraniano hacia el este y sostener una fuerte campaña de artillería. Por el otro, a pesar del incremento de la provisión de armamento occidental, parece improbable que en los próximos meses el ejército ucraniano logre expulsar a las fuerzas rusas de su territorio. Es decir que, militarmente, el resultado más probable es la continuación indefinida del conflicto.

Ambas partes parecen apostar a que distintas presiones sociales y económicas terminen por derrotar a sus rivales. Aunque los efectos de las sanciones han sido fuertes en industrias específicas, la vida diaria de los rusos no ha cambiado drásticamente. El gobierno, por medio de manipulaciones macroeconómicas y la venta de energéticos, ha logrado, por el momento, resistir el embate. De la misma manera, el apoyo de Occidente a Ucrania, que el Kremlin esperaba terminaría resquebrajándose en unos cuantos meses, sigue firme; y los bombardeos rusos a la infraestructura civil ucraniana, que han dejado a miles sin electricidad y calefacción en los meses más fríos del año, no han logrado romper la voluntad del pueblo ocupado.

Para Estados Unidos y la OTAN Ucrania se ha convertido en la línea de defensa de su modelo económico y social. Para Moscú una derrota no sólo implicaría una gran humillación, sino que pondría en peligro la legitimidad misma del régimen, y la única manera de salir del conflicto con la cara en alto (si es que eso aún es posible) sería obtener concesiones territoriales importantes en Ucrania. Para los ucranianos, después del enorme sufrimiento que ha causado la guerra, la única victoria en mente es la recuperación de todo su territorio.

La única salida, como en todos los conflictos armados donde se llega a un estancamiento, implicará un proceso de negociación en donde ambas partes tendrán que ceder. Rusia sabe que continuar la ocupación de un pueblo que los ha rechazado fervientemente es insostenible en el largo plazo; Estados Unidos sabe que no podrá financiar a Ucrania de manera indefinida; y los ucranianos, a pesar de que lo nieguen enfáticamente, saben que la salida del conflicto implicará posiblemente concesiones territoriales.

Los intereses de los actores involucrados, a menos de que suceda algo extraordinario (por ejemplo, un cambio de gobierno en Rusia, o un nuevo presidente en Estados Unidos que se oponga a la guerra), no cambiarán en lo que resta del año. La única diferencia que habrá, cuando inicie el proceso de paz, será la cantidad de muertos que haya dejado el conflicto. ¿No será momento de dejar las fantasías de victoria e iniciar de una vez las negociaciones y salvar así miles de vidas?