Dinero mexicano en manos del rey de España

DESDE EUROPA

Héctor Badillo
Héctor BadilloLa Razón de México
Por:

Conforme avanzan las investigaciones del presunto desvío de dinero a paraísos fiscales que realizó el rey emérito de España Juan Carlos I, quien se mantiene autoexiliado en los Emiratos Árabes, nuevos descubrimientos apuntan a un empresario mexicano que abasteció de recursos a algunos familiares de la casa real.

La Fiscalía Anticorrupción de España se encuentra investigando desde agosto de este año el uso de tarjetas de crédito opacas que utilizaron tanto el rey Juan Carlos como la reina Sofía y otros familiares directos de la familia real. Los movimientos que se han rastreado de estas tarjetas ocultas a la Hacienda Pública son de los años 2016, 2017 y 2018, posteriores a la abdicación del rey, por lo tanto, estos movimientos irregulares podrían transformarse en delitos imputables tras perder la protección constitucional que impedía acusarlos de cualquier delito a los reyes españoles. La Fiscalía apunta a un claro delito fiscal por no declarar a Hacienda la supuesta donación de más de 278,000 euros, 6,671,130 pesos mexicanos según el tipo de cambio actual.

Las autoridades españolas no sólo investigan los movimientos irregulares de las tarjetas opacas de la realeza, también rastrean la procedencia del dinero que abastecía estas cuentas en el extranjero y es aquí donde surge el nombre del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause. A pesar de que mantienen un perfil muy privado, lo que se sabe del empresario mexicano amigo del rey es que realiza inversiones en la banca, tiene doble nacionalidad, mexicana e inglesa, es aficionado al arte y los caballos, y es propietario de un castillo en Irlanda y de otras propiedades en España y en México.

La “amable” donación del empresario mexicano a Juan Carlos de Borbón lo ha puesto en serios aprietos, ya que la Fiscalía Anticorrupción sólo debe determinar si Sanginés-Krause efectivamente realizó una donación al rey y a su familia o si sólo dispusieron del dinero de estas cuentas sin que fuera una donación. En cualquiera de los casos se prevé un fraude en la declaración de impuestos de donaciones o de renta por el monto utilizado.

Frente a este panorama, el rey emérito ya envió una propuesta por medio de sus abogados a la Agencia Tributaria para regularizar su situación fiscal. En dicha propuesta que ya analizan las autoridades españolas y deben dar una respuesta próximamente, se intenta justificar el uso de las tarjetas de crédito abastecidas por el empresario mexicano, pero aún quedaría pendiente las cuentas bancarias en el extranjero que tiene el rey.

Esta trama de corrupción y lavado de dinero que ensucia a la desgastada corona española es una muestra más de la avaricia de las esferas más altas de esa sociedad que no sufren de ninguna necesidad económica y aun así especulan, mienten y se corrompen para aumentar su riqueza y con todo evitan pagar impuestos como cualquier ciudadano.