Horacio Vives Segl

Slim y Baillères en el ITAM

ENTRE COLEGAS

Horacio Vives Segl*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Horacio Vives Segl
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Cada inicio de año, el Instituto Tecnológico Autónomo de México realiza un evento de gran tradición y trascendencia: el Seminario de Perspectivas Económicas, organizado por la Asociación de Exalumnos del ITAM y bajo la dirección de Alejandra Peralta. 

Este año, el evento inició con el siempre atinado discurso del rector Arturo Fernández y la presentación del presidente anual en turno de ExITAM, Humberto López Gallegos. Se cumplió cabalmente con la integración de relevantes mesas y conferencias magistrales, entre las cuales hubo una que, por obvias y muy buenas razones, acaparó la atención de los asistentes y de la opinión pública en general: la sustentada por Carlos Slim Helú, que fue amenamente moderada por Alejandro Baillères, presidente de la Junta de Gobierno del ITAM e hijo de don Alberto Baillères —de cuyo sensible fallecimiento en unos días se cumplirán dos años—, y quien generacionalmente era más cercano al ingeniero Slim.

No es común ver que dos de los líderes de los grupos empresariales más importantes de México se presenten ante una comunidad universitaria. Dos titanes del empleo, la inversión y la filantropía. De ahí el gran interés de presenciar esa conversación.

Una parte significativa de la exposición del ingeniero Slim, consistió en una cátedra magistral sobre la historia de México del siglo XX. Entretenido y cautivador, sorprendió a la audiencia con su dominio del tema. Como era de esperarse, los pronunciamientos económicos de Slim Helú acapararon los reflectores. Habló de inteligencia artificial y desempleo, lo venturoso del nearshoring, las ventajas competitivas de Norteamérica y la necesidad de fortalecer el poder adquisitivo de la población y garantizar un nivel mínimo de bienestar e igualdad de oportunidades y seguridades, entre las principales oportunidades y desafíos actuales del país.

Además de la presentación de Slim, hay otras perlas del evento que merecen mención. Entre ellas, la conferencia de Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, en la que destacó la ventana de oportunidad que tiene América Latina para el mundo por la energía limpia y las reservas de minerales. También destacaron las mesas de pronósticos, con la directora general de Investigación Económica del Banco de México, Alejandrina Salcedo, y los economistas en jefe de los bancos Citigroup y Bank of America, moderada por Miguel Messmacher; o la mesa sobre visión de sectores innovadores, con la destacada participación de la cofundadora de Stori, Marlene Garayzar, primera mujer mexicana cuya empresa alcanzó la categoría de unicornio, mesa que fue moderada por Guillermo García Alcocer, quien, además, fue organizador del Seminario.

Como no nos podemos abstraer del ciclo electoral —tanto en México como en Estados Unidos— se celebraron dos mesas alusivas al tema. En una conversación con Alexandra Uribe, directora de Ciencia Política, Agustín Basave puso el dedo en la llaga al señalar el debilitamiento del Estado mexicano con la administración actual. Y el espectacular cierre de la jornada se dio con la mesa de perspectivas electorales en Estados Unidos, moderada por Ana María Salazar. En noviembre se verá quién tendrá la razón: si Rafael Fernández de Castro, quien prevé un indeseable retorno de Trump a la Presidencia, o Arturo Sarukhán y Jorge Suárez Vélez, quienes se inclinan a pensar que Joe Biden conseguirá la reelección.