Jorge Camacho

Hacia las gubernaturas de 2022

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jorge Camacho 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Están en marcha los seis procesos electorales del 2022, habrá elecciones en 6 estados de México: Aguascalientes, Tamaulipas, Quintana Roo, Durango, Oaxaca e Hidalgo. Los partidos políticos anticipan sus querencias y los encuestadores dan rienda suelta a su trabajo para colocar las preferencias de un lado o de otro.

Las dirigencias de los partidos hablan de lo que está por venir. Marko Cortés se delató al hablar de lo que aparentemente es la realidad del Partido de Acción Nacional, reconociendo que sólo tienen posibilidades de ganar Aguascalientes despreciando el resto de gubernaturas. Mario Delgado, por su parte, líder de Morena, habla de la posibilidad de ganar las seis gubernaturas, van por las seis. El PRI y el resto de partidos han sido discretos y cautos en sus planteamientos. La cautela con seguridad se debe al reconocimiento de las escasas posibilidades que tienen para contender con relativa dignidad. Alejandro Moreno, presidente del PRI, sólo podrá defender a Durango, donde las cosas caminan diferente al resto de los estados en elección, en que la situación es distinta a los demás estados, puesto que se encuentra bien posicionado y con posibilidades reales de ganar si hacen bien las cosas.

En Durango, los electores se comportan de manera particular, no son los más afectos a Morena, tampoco tienen una gran preferencia por el PAN que gobierna el estado en la actualidad, y al PRI no lo desprecian como en casi todo el país. Sucede ahí un fenómeno peculiar pues la población está partida en tercios y quien logre la unidad o quien logre identificar el centro podrá hacer la diferencia. Con todo, parece que la alianza PRI-PAN-PRD, quizás con MC, tiene opciones reales de hacerse con la gubernatura frente a Morena. En las manos de estos partidos reside la viabilidad de ganar Durango. Desde luego, exige trabajo político entre los diferentes actores, pero junto con Aguascalientes es quizás la otra gubernatura que puede ganar la oposición.

A tres años del inicio del Gobierno de Morena, parece que el panorama político inmediato ha convertido al guinda en una aplanadora electoral. La fuerza y ambición del partido oficialista es innegable. Pero la oposición no puede darse por vencida antes de iniciar la contienda. Es el momento de que la oposición, o lo que quede de ella, debe analizar las preferencias hacia el 22, para elaborar una estrategia efectiva. Las posibilidades de victoria en algunos estados están presentes a pesar de lo que revelan las encuestas. Las campañas deben planearse con realismo, pero también con optimismo. Por ahora no hay nada para nadie. El desaliento exhibido por Marko Cortés es una grave irresponsabilidad. Éste es el momento de arriesgar, el momento de adelantarse a los tiempos y poner sobre la mesa propuestas factibles. Los partidos de oposición deben tener claro cómo van a llegar al corazón de los electores, deben ya tener los estudios precisos para saber dónde está su espacio de oportunidad.

Deben tener claro que estamos en el tiempo de los ciudadanos, no de los políticos y mucho menos el de los partidos. Los partidos políticos por sí mismos no son nada. Necesitan a los ciudadanos. Ha llegado la hora de que trabajen junto con los ciudadanos para oferecer una alternativa a Morena, para generar nuevas expectativas.