Un exhorto por las niñas y adolescentes

SIN MIEDO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La semana pasada, mediante una nota publicada en el periódico Reforma, fuimos informados de uno de los más graves hechos en cuanto a violación de derechos humanos, y amenaza a niñas y adolescentes.

Era sobre Angélica, una menor en Guerrero que a sus 15 años se encontraba en la cárcel por resistirse a ser abusada sexualmente por el papá de su esposo; luego de que fue vendida a los 11 años para un matrimonio infantil forzado. De no haber sido porque la noticia trascendió, Angélica seguiría en prisión.

No es la primera vez que escuchamos sobre el matrimonio forzado, bajo usos y costumbres, en diversos estados de la República, entre ellos Guerrero; esto, pese a que en el país el matrimonio infantil está prohibido.

Es por eso que a través de un punto de acuerdo, exhorté respetuosamente al Gobierno federal, así como a los gobiernos de las 32 entidades federativas para que, en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), y las respectivas Fiscalías locales, emprendan acciones efectivas para prevenir y combatir toda forma de violencia en razón de género, contra niñas y adolescentes, en sus distintas manifestaciones, como feminicidios, trata de personas, violencia sexual, desapariciones y matrimonios forzosos.

Organizaciones no gubernamentales sostienen que en la última década más de 300 mil niñas, de entre 12 y 17 años, han contraído matrimonio o comenzaron a vivir en concubinato.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) expone que el matrimonio forzado en México es una lamentable realidad, al menos 1 de cada 5 mujeres está casada antes de los 18 años.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2016 (Endireh) del Inegi, señala que 947 mil mujeres han sido forzadas a casarse en algún punto de su vida; a 423 mil mujeres las obligaron a casarse porque se habían embarazado; a 339 mil las casaron en contra de su voluntad, y 185 mil fueron intercambiadas por dinero, bienes o propiedades.

Mariana Pría, coordinadora de Incidencia Política de Save the Children, ha resaltado que pese a todo lo que las niñas tienen que decir, su voz no suele ser escuchada para decisiones en materia de política pública, lo que a su vez obstaculiza que se les brinden servicios de manera integral que cubran sus necesidades.

Recientemente, la gobernadora Evelyn Salgado dijo que combatiría la venta de niñas en su estado: “eso debe de terminar, eso no debe de existir, y no se debe de escudar en usos y costumbres algo que sea violación a los derechos humanos de las mujeres en Guerrero. Se van a respetar a las mujeres y sus derechos, a nuestras niñas, sobre todo en La Montaña”. Desde la Comisión de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del Senado, le decimos que cuente con nosotros para esa gran tarea.

Porque ninguna niña o adolescente tiene que vivir el infierno de un matrimonio forzado, es inadmisible que nuestras niñas y adolescentes no puedan gozar de una vida libre de violencia. Ante la violencia que azota a nuestras niñas y adolescentes, es necesario seguir alzando la voz para que cada día hayan menos Angélicas en México.