Josefina Vázquez Mota

Mujeres embarazadas en la mira

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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No tengo palabras para redactar este artículo, pues de acuerdo con las noticias de diversos diarios nacionales y locales, en menos de 48 horas, tres mujeres embarazadas fueron asesinadas, dos de ellas encontradas sin su bebé.

Tres mujeres han perdido la vida no sólo por el hecho de ser mujer, que ya es bastante, sino por estar en estado de gestación, lo que es de terror. Estos feminicidios son la muestra de que la violencia contra nosotras las mujeres cada día escala de manera brutal.

No es suficiente con que cada día 11 mujeres, entre ellas niñas y adolescentes, sean víctimas de feminicidio, sino que ahora estar embarazada es un peligro.

Las historias de Rosa Isela, en Veracruz; de Ana Lilia, en Querétaro; y la de Martha Aurora, en Nuevo León, debería tener a todo el Estado en alerta, además de revisar, analizar e implementar una estrategia focalizada en la seguridad de las mujeres embarazadas, así como investigar estos hechos con detenimiento y hacer justicia.

Si bien en el caso de Rosa Isela, quien tenía ocho meses de gestación, hay dos detenidos de acuerdo con la Fiscalía General del estado, y se recuperó con vida a la menor, el hecho no puede quedar impune y mucho menos en una carpeta de investigación.

Colectivas en defensa para mujeres en Veracruz, advierten que ya se acumulan seis casos de mujeres embarazadas asesinadas.

“Por lo menos desde el 2018 a la fecha se tienen registrados diversos casos donde las mujeres, adolescentes y niñas, cuyas edades oscilan entre los 17 y 23 años con un estado de gestación avanzada, en los municipios de Coatzacoalcos, Veracruz (puerto), y Alvarado, por mencionar algunos, que han sido asesinadas con extrema violencia, sin que haya una línea de investigación clara que atienda no sólo el feminicidio, sino posibles delitos de trata de personas y otros delitos de alto impacto que afectan el derecho de todas las veracruzanas a una vida libre de violencia”, señalaron las colectivas en un pronunciamiento.

En el caso de Ana Lilia, de 25 años, con cinco meses de embarazo, y quien falleció en un hospital de Querétaro, al igual que su bebé nonato, tras ser acuchillada, presuntamente, por su expareja sentimental, siguen las investigaciones.

En tanto que Martha Aurora desapareció en noviembre, con ocho meses de embarazo, quien posteriormente fue hallada sin vida al igual que su bebé, el cual permaneció en su vientre causándole la muerte de asfixia por sofocación.

Como madre extiendo no sólo mis condolencias a las madres de Martha Aurora, Ana Lilia y Rosa Isela, sobre todo, me sumo a las voces que exigen justicia por estos tres feminicidios y los homicidios de sus bebés.

Es urgente e indispensable que desde el Gobierno federal se atienda el secuestro y feminicidio de mujeres en gestación. El régimen en turno no debe ser indiferente ante los feminicidios de Ana Lilia, Rosa Isela y Martha Aurora, por el contrario, debe, desde el púlpito mañanero, repudiar estos crímenes y colaborar con los gobiernos estatales para que no haya impunidad e impere la justicia.