Josefina Vázquez Mota

Las niñas deben cargar sueños, no ataúdes

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota
Josefina Vázquez Mota
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“Las niñas deben cargar sueños no ataúdes”, fue la frase que leí en una ilustración que hacía referencia al asesinato de Wendy Yoselin de 16 años, en Xonacatlán, Estado de México.

Son estudiantes de secundaria, quienes en hilera y pegadas unas a otras caminaron soportando el peso sobre sus hombros del ataúd blanco, adornado por una rosa roja, donde descansaba el cuerpo de Wendy.

Wendy había desaparecido, fue víctima de la violencia que diariamente viven las niñas, adolescentes y mujeres en este país, su cuerpo fue encontrado en un canal de aguas negras, había salido a dar un paseo y ya no regresó.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que en lo que va de marzo se han registrado 24 muertes violentas de mujeres.

“Ni perdón ni olvido”, “¡Justicia!”, gritaban cerca de 500 personas mientras alzaban pancartas de protesta, entre ellas sus compañeras de escuela, amigas y primas, quienes fueron las encargadas de cargar el ataúd de Wendy Yoselin hacia el cementerio.

Caminaron durante una hora ante el sol radiante hasta llegar al panteón de Santa María Tetitla, donde fue sepultada la estudiante. Sólo se escuchaban llantos y una canción de rap inspirada en la desaparición y muerte de Wendy, describen la notas de periódicos nacionales.

El 20 de marzo, la Fiscalía del Estado de México emitió un boletín de urgencia para localizar a la menor de edad, quien tenía cabello largo y salió del centro de Xonacatlán, vistiendo botas, chamarra y pantalón de mezclilla.

El 2020 fue uno de los años más violentos para las mujeres, niñas y adolescentes, lamentó la Red Nacional de Refugios (RNR).

En un balance precisó que el año pasado “el machismo y la impunidad cobraron la vida de más de 3 mil mujeres, niñas y adolescentes”. Las agresiones en contra de las mujeres por razones de género tuvieron los índices más altos debido al confinamiento y la ausencia de estrategias integrales e intersectoriales del Estado mexicano para prevenir, atender y erradicar las violencias contra las mujeres, dijo la Red.

De acuerdo con la organización México Evalúa, el feminicidio infantil incrementó 11%, al pasar de 88 muertes violentas de niñas en 2018 a 98 en 2019.

Es inaceptable y aberrante que las cifras de femenicidios infantiles cada día incrementen y no así las acciones para contrarrestarlo. No hay una sola semana en la que no se conozca de la desaparición o muerte de una menor.

Exigencia de justicia y de un dolor que destruye a toda una familia y que era evitable. Porque estos asesinatos por nacer mujeres son evitables y deben parar.

Actuemos como Estado mexicano por encima de colores e ideologías. Cada niña asesinada nos convierte en un país sin ley, sin justicia y sin posibilidad para construir la paz. Y porque deben parar, actuemos.