Julia Santibáñez

Diez netas: biografía de una editora

LA UTORA

Julia Santibáñez*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Julia Santibáñez
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

1. Mi primer trabajo fue ser correctora de estilo en una revista. Estrenaba los 19. Me contrataron por tener buena ortografía y leer rabiosamente, luego resultó que el carácter obsesivo era útil.

2. En la chamba diaria entendí cuánto palidece el adjetivo manoseado, por qué sobra esa frase final, cómo añade contundencia reordenar estos párrafos. La finalidad es quitarle grasa a la obra y curtirla, que respire, sin estropear el estilo del autor ni ceder a la tentación de sentirte ídem.

3. Dice el editor cinematográfico Walter Murch que su labor se parece a bailar: sólo aprendes si practicas mucho. Tozuda como soy, me puse a dar vueltas.

4. Un día me nombraron editora de la revista; desde entonces ejerzo este quehacer rampante, alternándolo con la escritura. He editado cantidad de libros, quince años trabajé en revistas y hace cuatro estoy en el suplemento sabatino El Cultural de La Razón. Aunque durante el proceso incorporé lo digital, prefiero el papel.

5. El oficio comprende leer mucho para encontrar e invitar a tu proyecto a plumas necesarias, rastrear voces emergentes, hallar la alhaja entre la infinidad de correos espontáneos que llegan, pulir los textos y sugerir mejoras, buscar títulos atractivos, supervisar que las imágenes enriquezcan, limpiar de errores páginas diseñadas, revisar pruebas, cuidar la edición, prepararla para imprenta y salida digital. ¿Qué me encanta? Faenar directamente con palabras. ¿Qué odio? Lidiar con flaquezas presupuestales.

6. Llevo décadas en esto. He metido la pata sin piedad, pero sólo una vez no vi la errata en un título: “metafóra”.

7. Me ha embravecido publicar a escritoras a las que quisiera canibalizar, como Margo Glantz, Sara Sef-chovich, Carmen Boullosa, Rosa Beltrán, Ana Clavel, Myriam Moscona, Malva Flores, Blanca Luz Pulido, Carla Faesler, Alma Delia Murillo, Brenda Ríos, Julieta García, Didi Gutiérrez, Veka Duncan, Karen Villeda, más adelantos editoriales de Leila Guerriero y Mariana Enriquez. ¿A quién me hubiera fascinado editar? A Joan Didion.

8. Una publicación de mi trayectoria que tengo a mucho orgullo es “La demencial apuesta por la poesía”, del chileno Raúl Zurita, máximo poeta vivo de habla hispana. Era 2019. Me invitaron a Monterrey a conducir una plática con él, en el Encuentro Internacional de Escritores. Antes de la conversa leyó cuartillas que llevaba preparadas y al oír ese ensayo impresionante pensé: TENGO que publicarlo. Una turba se llevó al poeta apenas terminado el acto. Corrí detrás y se me perdió, di vueltas, al fin lo vi. Necesito su ensayo, expliqué. Me lo dio. Lo edité, pedí sus comentarios, se dijo complacido. El siguiente sábado aparecía en El Cultural.

9. Cada semana envío correos de rechazo. Casi siempre pienso: ¿Y si es la nueva voz literaria, el John Kennedy Toole actual, pero yo ni en cuenta?

10. El creador y cabeza de Anagrama, Jorge Herralde, subraya: “Mi experiencia laboral se resume en el agradecimiento de un yonqui de la edición”. Pues eso.