Mauricio Flores

Yo, ciudadano

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores
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Votaré el próximo domingo, consciente de que ninguno de los problemas que nos aquejan desaparecerá el lunes siguiente; de hecho, también seré funcionario de casilla —junto con mis vecinos— a sabiendas que habrá ganadores y perdedores, que vendrán inconformidades, gritos, amenazas e incluso posibles amagos desde Palacio Nacional… pero tales afanes no resolverán la pobreza secular de casi dos tercios de la población, ni la sequía que amenaza dejarnos en los huesos ni la violencia que devora 80 almas por día.

Por eso mismo saldré a votar e intentaré ser ciudadano: para buscar nuevos caminos de diálogo y solución, para romper la ineficaz monotonía de una sola verdad.

No espero ningún amanecer especialmente maravilloso u horrible el lunes 7 de junio. Crecerá la pila de muertos, la lista de caídos en la infame guerra de grupos criminales; todos aquellos que trabajan no tendrán mejores salarios de la noche a la mañana; no bajará el precio de la gasolina y el gas por un acto benevolente y magnánimo.

Tras la jornada electoral seguiré preocupado de que mis hijas e hijo, mi señora, regresen a casa indemnes, tal vez sólo para compartir anécdotas y la cena antes de dormir; sé que mis plegarias no bajarán del cielo el agua que necesitan ciudades y parcelas.

Este domingo, mientras contemos los votos, estoy cierto que los criminales seguirán maximizando sus rentas, que sus clientes seguirán consumiendo puestos de hinojos; que los astutos tramposos de uno y otro bando habrán coyoteado contratos y filtrado tal o cual escándalo contra sus enemigos para crearse una cortina de humo sobre la cual seguir operando.

Sé que mi libertad de expresión, como la de millones, seguirá bajo fuego.

El INE necesita reformas de fondo; pero para que sea más propiedad de los ciudadanos, no más un feudo de partidos políticos o un apéndice del gobierno. Aspirar a un árbitro electoral incluyente y modernizado —no aceptar un cajero automático de partidos u Oficialía de Partes— creo que eso nos merecemos. 

Por eso soy una persona en estricto sensu: no me hago ilusiones. Y por eso mismo seré un sencillo escrutador que también será ciudadano armado de pies a cabeza con un solo voto.

IMSS, Propofol a río revuelto. El asunto de salud es otro por el cual habrá que votar, en especial aquellos que tienen los beneficios del IMSS. Y es que el instituto, decidió concentrar su compra de medicamentos bajo la modalidad de adjudicaciones directas individuales, dejando aquellas que implicaban algún tipo de competencia en precio y calidad: la asignaciones directas en 2020 del IMSS crecieron 703.3%, tendencia que se aceleró este 2021 cuando el proceso de adquisición fue transmitido a la UNOPS que representa Grete Faremo. Nada tontos, los administradores del IMSS, se alejaron de la UNOPS y las directrices del Insabi, a cargo de Juan Ferrer, para obtener el abasto, para cumplir su obligación legal con la representación tripartita obrero-patronal y de gobierno. Pero en ello no falto alguien en las delegaciones del IMSS se enriquecieran obscenamente con la compra de Propofol (sedante vital para intubaciones) al inicio de la pandemia Covid_19mx.

FAA se pone suavecito. La agencia federal de aviación civil de EU nos ve con indulgencia. La Agencia Federal Aviación de Civil de México, a cargo de Carlos Antonio Rodríguez, se ha tomado con calma la desclasificación de México de Categoría 1 a 2, considerando eventos tan tropicales como la designación del general en retiro, Gabriel Macías Avitia, exdirector del equipo Las Jaibas Bravas de Tampico, como nuevo director ejecutivo de seguridad aérea. Pese a ello, la FAA busca minimizar el impacto de la descalificación sobre la economía mexicana, considerando mantener a nivel preCovid el número de itinerarios y rutas que tenían las aerolíneas mexicanas antes de la pandemia. Es decir, sí Viva Aerobus, de Roberto Alcántara, tuviese autorizados 20 vuelos semanales a Los Ángeles antes de la pandemia y hoy sólo volará 6 de esos trayectos, el resultado a priori es que los güeros estarían dispuestos a aceptar esos 20 vuelos siempre y cuando la AFAC hubiese hecho compromiso real de cumplir las reglas de seguridad.

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