Mauricio Flores

Cofepris bajo el síndrome Zhenli Ye Gon

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En sólo tres años se pudrió el esquema de profesionalización y control en la Comisión Federal de Protección Sanitaria, regresando a esquemas de corrupción en la autorización a manos llenas para la importación de precursores de fentanilo muy semejantes a las existentes hasta 2007 cuando se detuvo al empresario chino Zhenli Ye Gon —autor de la célebre frase “copelas o cuello”—, quien había comprado la venia de los mandos medios de esa comisión; y en la acción tomada ahora bajo la administración de Alejandro Svarch, el siguiente paso será revelar al pequeño grupo de beneficiados con las autorizaciones para importar tales sustancias.

Fue el Departamento de Estado, a cargo de Antony Blinken, quien alertó a Andrés Manuel López Obrador sobre la creciente importación de los precursores de fentanilo, compras en volúmenes tales que no se empata con la fabricación de medicamentos legales que utilizan esa sustancia como materia prima, así como de presuntas operaciones de lavado de dinero a través de empresas fachada al servicio de diversos grupos delictivos.

No en vano la ocupación que la Marina hizo de las oficinas y equipos de cómputo en Cofepris se catalogó como un evento de “seguridad nacional”.

Hay que recordar que con el arribo del nuevo Gobierno en 2018 llegó a Cofepris José Alonso Novelo, quien destituyó a funcionarios de carrera (bajo el prejuicio ideológico de que pertenecían al viejo régimen), generando una gran descoordinación que provocó el rezago de casi 30 mil procedimientos administrativos…, quedando los procesos en manos de mandos medios que encontraron la oportunidad de “subastar” el despacho de trámites. Las pugnas de Novelo con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, contribuyeron al desorden.

La llegada de Svarch y la alerta emitida por EU dieron paso a una depuración de la podredumbre gestada en este mismo Gobierno (no fue heredada) que empezó con la salida de Maribel Bernal, de Autorizaciones de Comercio Internacional, Lamberto Osorio, de la subdirección de importaciones y exportaciones, y de la comisionada de Autorización Sanitaria, América Orellana, allegada de López-Gatell.

La llegada del nuevo equipo para Operación Sanitaria, a cargo de Bertha Alcalde, Hermilio Domínguez, para la Comisión de Evidencia y Manejo de Riesgos, y del capitán Francisco Arce como contralor, pretende cortar de tajo las prácticas que fueron desterradas durante 11 años.

Ahora falta echar guante a los sucesores de Ye Gon.

Cambió la cosa. El encierro de Emilio Lozoya implica en los hechos que se quedaron sin sustancias las acusaciones que hizo en contra de Enrique Peña, Luis Videgaray y una infinidad de personas supuestamente relacionadas en la trama de los sobornos hechos por Odebrecht y la “maiceada” a legisladores para aprobar la Reforma Energética. La orden de encerrarlo muestra que la FGR compró espejitos a cambio de un criterio de oportunidad que fue usado abusivamente por el exdirector de Pemex como lo exhibieron las fotografías tomadas valientemente por Lourdes Mendoza en el restaurante Hunan. Y un dato que revela que todo el caso fue por consigna es que el juez José Zúñiga Mendoza, quién ordenó ayer encerrar a Lozoya fue el mismo juez que llevó el caso del “Acuerdo Reparatorio” de Alonso Ancira para con Pemex (supuestamente por la venta de Agronitrogenados) y en el que se estableció que Ancira vendiera sus acciones en AHMSA a Julio César Villarreal y socios. Tome nota.

Tres sindicatos y 17 repartidores. El miércoles, en el Día Internacional del Repartidor, tres sindicatos (Conductores de Vehículos de Servicio, #NiUnRepartidorMenos y la UNTA) convocaron a una marcha sobre Paseo de la Reforma supuestamente en favor de los trabajadores de delivery… a la que asistieron 17 repartidores. Llegaron acarreados de otros movimientos, como promotores de la marihuana y colectivos socialistas. Al parecer la mayoría de los repartidores no ve utilidad alguna en pagarle una cuota a un sindicato que “lo defienda”. Esa sencilla percepción debe ser aquilatada por el senador Miguel Ángel Mancera en su ánimo de establecer una ley que ofrezca protección social a tales trabajadores a fin de que no sea espacio para sindicatos abusivos.