Empresarios, atrapados sin salida

Las acusaciones presidenciales contra empresas específicas, a sazón de los recursos legales con que el juez Juan Pablo Gómez Fierro contuvo la contrarreforma eléctrica, elevaron el grado de enfrentamiento del Gobierno federal con el sector privado y puede terminar de apagar el motor de la inversión para el mercado interno y con ello afectar las posibilidades de recuperación económica para la segunda parte del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Al interior de las cúpulas y grupos empresariales se vive la disyuntiva de apechugar a todos y cada uno de los embates y señalamientos presidenciales para mantener abiertos los pocos puentes de diálogo que se mantienen a través de la Consejería Jurídica, del canciller Marcelo Ebrard, de la secretaria Tatiana Clouthier y de Alfonso Romo… o salir a atajar los señalamientos, pero con el riesgo de que —como han visto en 25 meses— se desaten en acciones legales y punitivas en contra.

Es una trampa por ahora sin salida: callar es consentir, responder es arriesgarse a la fuerza del estado.

El Grupo de los 10 de Monterrey procuró “llevar la fiesta en paz” tanto en la relación directa con el primer mandatario como a través del Consejo Coordinador Empresarial, pero a sazón de la llamada Ley Combustóleo la posición se endureció mediante Carlos Salazar Lomelín, quien advirtió sobre los 75 mil millones de pesos que pagarán familias y empresas al privilegiarse el despacho en la red eléctrica nacional la energía más cara (y contaminante) elaborada por la CFE de Manuel Bartlett. Pero que FEMSA, de José Antonio El Diablo Fernández, haya salido públicamente a rechazar que las 24 mil tiendas Oxxo “roben” electricidad, representó escalar el desencuentro.

Sucedió lo mismo con Bimbo, de Daniel Servitje, usualmente distante a los jaloneos políticos. Sólo Walmart, a cargo de Guilherme Loureiro, no se subió al ring aunque cuenta con amparos contra el aumento de 400% en las tarifas de transmisión para defender los intereses de sus accionistas.

Nadie gana en medio de una confrontación de estas magnitudes.

Coca-Cola, 170mdp para agua limpia. La celebración del Día Internacional del Agua recibe acciones concretas por parte de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) que encabeza Roberto Mercadé: invierte más de 170 millones de pesos en la construcción de 4 humedales ambientalmente sustentables que dotarán de agua limpia a diversas comunidades del Estado de México, Quintana Roo, Jalisco y Baja California en beneficio para más de un millón de personas. El sistema de humedales que empieza a construir IMCC en alianza con sus socios y Pronatura esta conducida por Kathy Gregoire, se apoya en diseños naturales para procesar aguas urbanas a través de filtros, cisternas, techos de captación y vegetación nativa que elimina bacterias y permite la limpieza y aprovechamiento del valioso recurso. Estas acciones se agregan al compromiso que desde 2015 cumple la IMCC para regresar a la naturaleza el 100% del agua que utiliza, el tratamiento del 100% del agua que utiliza en sus procesos industriales y la reducción de 36% de la que se utiliza en las plantas embotelladoras. Las acciones de llevar agua hacia comunidades con dificultad de abasto, mejora la calidad de vida de las personas, genera mayor conciencia sobre el cuidado y preservación de los humedales y da paso, en un círculo holístico, al desarrollo de proyectos productivos de las comunidades.