Mauricio Flores

Que muera Texcoco

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Quieren del finado NAIM un Área Natural Protegida cuando la mayoría morenista en la Cámara de Diputados aprobó para 2022 un recorte de 1.2% real del presupuesto para las 182 Áreas Protegidas de todo el país, dejando sólo 887.4 millones de pesos equivalentes a menos de 10 pesos anuales para cada una de las hectáreas que debería quedar a salvo del crecimiento urbano, de la minería, de la deforestación y degradación; todas las organizaciones ambientales, como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, que encabeza Gustavo Alanís, alertan del daño que esa decisión infringirá en selvas, bosques y zonas costeras.

Pero, bueno, la mayoría pastoreada por Ignacio Mier y sus aliados del Verde y el Partido del Trabajo aprobó para 2022 15 mil millones de pesos para desarrollar el acuaparque de Texcoco, cifra casi 17 veces superior a la destinada para proteger el patrimonio natural del país; todo para cumplir con el objetivo de Andrés Manuel López Obrador de ahogar, desaparecer hasta sus cimientos, lo que habría sido la obra de desarrollo urbano, aeroportuario y de rescate ambiental más grande de la historia del país.

La declaratoria de Área Natural Protegida busca cancelar que los próximos gobiernos retomen la obra del NAIM, aunque la Terminal Aérea de Santa Fantasía resulte económicamente disfuncional ni haya resuelto la saturación del espacio aéreo del Valle de México; el acuaparque ya devengó cerca de 2 mil millones de pesos sin que hasta el momento la Auditoría Superior de la Federación, a cargo de David Colmenares, haya hecho alguna revisión al proyecto encargado a Iñaki Echeverría, y al parecer no lo hará hasta que hayan corrido 18 mil millones de pesos presupuestados.

Los panegíricos del régimen aseguran que el acuaparque rescatará un área que el neoliberalismo quiso destruir. Falso, el supuesto lago dejó de serlo a principios del siglo XIX por el desecamiento inducido tras la caída de Tenochtitlan; y hasta 2012 era un vaso regulador de aguas pluviales y desagües locales; no era el edén del imaginario oficial, era un tiradero del que retiraron 5 millones de toneladas de basura y cascajo cuando Federico Patiño inició los trabajos del NAIM.

Y lo más relevante: el sedimento en el Acuaparque tiene el doble de salinidad que el Mar Muerto, lo que hace inviable la introducción de casi cualquier especie vegetal; y se requiere de cuando menos 30 millones de litros de agua para “restituir el lago”, agua que se alcalinizaría extremamente en corto plazo.

En ese sentido, los primeros cálculos indican que para dar mantenimiento al acuaparque y su área protegida anualmente requeriría unos 1,600 millones de pesos para evitar su abandono, degradación y eventuales invasiones. O sea, el doble de lo que reciben 182 áreas protegidas del país.

Todo para matar Texcoco.

Philip Morris, el último truco. A la tabacalera que aquí encabeza Andzej Dabrowski, le queda sólo una posibilidad para quedarse con el monopolio de los dispositivos electrónicos para consumir nicotina: que la Secretaría de Economía, de Tatiana Clouthier, se haga de la vista gorda a la decisión tomada en el Senado de la República para prohibir la importación de todos —pero todos— los tipos de tales dispositivos y haga vigente las modificaciones a la Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación que hace vigente la excepción sólo para los calentadores de tabaco que, muuuy curiosamente, sólo fabrica Philip Morris. Dicha excepción está ahí planteada, en una consulta patito que se saltó a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, que sí pasa y se publica en el Diario Oficial, significará una burla al poder legislativo y a la misma disposición presidencial.

Corona no quiere perder. Existen señales creíbles que tras perder el contrato de casi mil millones de pesos (del que tuvo posesión durante 9 años), Gráficas Corona impugnará el fallo con que la CFE eligió esta semana a CIIM, de Daniel Rodríguez, para la impresión de 276.3 millones de recibos para pago de electricidad. Corona, de Juan Sebastián Estrada y Gabriela Carrillo, presentaría su impugnación ante el órgano interno de control de la CFE a fin de recuperar su coto. Veremos cómo responde ante ello los contralores y el propio equipo de Manuel Bartlett.