Reclamos de trabajadores petroleros

No son fortuitas las recientes manifestaciones en las plantas de Pemex en distintos estados del país: el sindicato petrolero acusa violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), pues señala que la paraestatal a cargo de Octavio Romero, emprendió acciones para quitarle al gremio la facultad para “basificar” a miles de trabajadores transitorios bajo la premisa que esa herramienta en manos del sindicato se presta a prácticas de corrupción y que es mejor que la empresa del Estado se haga cargo de ello.

Más allá de dimes y diretes, la atribución para otorgar contratos de base por parte del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana está contenida en las cláusulas 4, 5 y 6 del CCT; sin embargo, desde hace dos años Pemex “congeló” las plazas vacantes y los contratos de trabajo temporal.

Visto desde otro ángulo, si el Gobierno federal a través de Pemex pretende cambiar el método de basificación de trabajadores, es necesario modificar antes el Contrato Colectivo de Trabajo; de lo contrario incurrirá en una grave violación de los derechos conquistados por el gremio petrolero que lidera Ricardo Aldana.

Y aún más grave: si se atenta contra los derechos laborales legalmente establecidos para el STPRM, el Gobierno sentará un pésimo precedente para otras instancias públicas donde los trabajadores podrán ver degradadas sus condiciones de trabajo.

Pero no es todo: un problema derivado de tal violación al CCT es la falta de personal, lo que obliga a los trabajadores sindicalizados a jornadas dobles o triples jornadas e impide que puedan ascender el escalafón que por derecho les corresponde.

Esto resulta doblemente contradictorio para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador: por un lado, la narrativa de apoyo y alianza con los trabajadores, cuando abiertamente se socavan los derechos a la libre asociación y organización gremial; por otro, mientras se aplican medidas financieras para solventar los pasivos de la empresa estratégica del Estado, se acota y somete la cantidad y calidad de personal capacitado y con experiencia para sacar adelante a la petrolera.

¿No estaremos viendo una nueva variante de neoliberalismo?

Récord en déficit de hidrocarburos. Conforme a la balanza comercial petrolera reportada por Banxico, que encabeza Victoria Rodríguez, México reporta cifras deficitarias al alza, pese al incremento de los precios del petróleo en un entorno mundial complejo. Y es que, a pesar de que las exportaciones de crudo y sus derivados aumentaron 53.4% en el primer trimestre del año, México es desde 2015 un importador neto de productos refinados, lo cual es mucho más evidente en el caso del gas natural con un déficit de 46.6%, a pesar del enorme potencial de México para su aprovechamiento.

Solamente en la Cuenca de Burgos, colindante con la cuenca del río Bravo en el sur de Texas, donde se encuentran los grandes campos que proveen el gas que importamos, se estiman recursos convencionales y no convencionales de gas natural por 70 trillones de pies cúbicos… y además existe infraestructura subutilizada para aprovecharla en el Complejo Procesador de Gas en Burgos, que permitiría capitalizar los recursos naturales nacionales en favor de la tan necesaria seguridad energética. La secretaria Rocío Nahle tiene la fuerza para resolver.

Mujeres con Somos Débito Azteca. Y a un año de que Banco Azteca lanzara en el país la Cuenta Somos Débito —diseñada especialmente para mujeres— es ahora el producto financiero más incluyente, versátil y disruptivo que suma ya, más de 150 mil cuentas. El banco, integrante del Grupo Salinas, no emitió “otra tarjeta”. La institución a cargo de Alejandro Valenzuela, además de ser un instrumento seguro de ahorro y administración, es un poderoso instrumento de inclusión financiera que acompaña a la mujer que apoya una mejor calidad de vida como las múltiples herramientas financieras que contiene, así como asistencia diversa como consultas médicas, psicológicas, educativas y legales. Una tarjeta de débito que fusiona herramientas para mujeres trabajadoras, emprendedoras, profesionistas, estudiantes o amas de casa, implica el reconocimiento a su talento y esfuerzo y a un empoderamiento femenino constante y sonante.