Mauricio Flores

SEP, el abandono de las escuelas

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La indignación de las madres y padres de familia por la extinción del programa Escuelas de Tiempo Completo viene en ascenso: los 3.6 millones de niños y jóvenes que se quedarán sin posibilidad de un horario extendido para estudiar en un lugar seguro y alimentarse, extremará la pérdida de capacidades para la vida de toda una generación y empobrecerá los hogares cuyos jefes del hogar se vean obligados a dejar de trabajar para cuidar a sus hijos e hijas. Pero la supresión de ese programa es sólo la punta de iceberg del abandono que la administración de Delfina Gómez ha hecho de la infraestructura educativa en función de una supuesta austeridad y de “combate a la corrupción”.

Sin embargo, la corrupción está a flor de piel en la SEP como denunció un nutrido grupo de profesores del Conalep en una carta dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante una década los programas de los gobiernos “neoliberales” para reparar y mejorar las escuelas públicas, entre 2008 hasta 2018, aplicaron lo equivalente a 60 mil 57.6 millones de pesos para las escuelas en todos los niveles. Sólo entre 2013 y 2018 se aplicaron 43 mil millones de pesos bajo los programas Escuelas Al Cien y FAM Potenciado. Obviamente que la veleidad y aspiraciones electorales del entonces secretario de gobierno, Aurelio Nuño, impidió visualizar el tamaño del esfuerzo para mantener y mejorar 33 mil planteles educativos públicos de nivel básico utilizando Certificados Bursátiles fondeados a través de la Bolsa Mexicana de Valores; las imágenes de escuelas rurales sin agua, con suelo de tierra o sin techo ganaban la narrativa ante el discurso —de común triunfalista— del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, en los últimos tres años, bajo el modelo “La Escuela es Nuestra”, la Secretaría de Educación Pública sólo ha invertido 22 mil millones de pesos, “repartiendo” entre los comités de padres de familia, docentes y alumnos, 500 mil pesos anuales por escuela bajo el supuesto de que se impulsará así la organización popular para organizar los trabajos. Sin un mecanismo transparente y verificable, la aplicación de esos recursos es, por ahora, incierto, pues el dinero sencillamente se entrega. Incluso, el fondeo es bizarro: en Oaxaca, alguna vez vivieron las ocurrencias de Javier May, cuando fue titular de la Secretaría del Bienestar, que lo invitó a una reunión en Palacio Nacional para discutir un método para “duplicar” los recursos de “La Escuela es Nuestra”. El método fue que por cada millón de pesos asignados por el Gobierno federal, los gobiernos estatales se comprometerían a poner otro millón.

Tren Maya, los riesgos del rezago. Los amparos promovidos por diversos grupos de corte ambientalista y político contra la construcción del Tren Maya pueden generar rezagos de entre 3 a 6 meses adicionales. Fonatur, a cargo de Javier May, tendrá que recurrir a la Semarnat de María Luisa Albores para obtener las Manifestaciones de Impacto Ambiental (que incluye las labores de remediación) para las brechas que se abrieron en los Tramos 1, 2 y 3 para acarreo de material y maquinaria a los frentes de trabajo. Si a ello se agrega que además de la MIA se debe acreditar los trabajos en curso de rescate ambiental, el asunto puede ser aún más complejo por tener impactos netamente políticos.

Afore XXI invierte con las mujeres. Tome nota pues la Afore XXI Banorte, el fondo de pensiones más grande de México, que dirige David Razú, ha asumido su responsabilidad para construir un país más inclusivo. Como parte de esto, en cumplimiento con su deber fiduciario y en apego a las políticas de inversión responsable, XXI Banorte ha invertido más de 4,910 millones de pesos en proyectos de impacto que benefician directamente a las mujeres de diversos sectores sociales, contribuyendo a mejorar las condiciones y la calidad de vida de las mexicanas. El IMSS, que dirige Zoé Robledo, asociado en esta Afore, participa activamente en estos propósitos de empoderamiento femenino.