Toyota invierte en futuro

Luego de 20 años de llegar a México para fabricar inicialmente vehículos a gasolina, de introducir vehículos híbridos y eléctricos cuando nadie miraba hacia a tal horizonte, invertir en dos plantas 1,400 millones de dólares que han conformado un ecosistema de proveedores-innovadores-distribuidores que probablemente valga más de 4 mil millones de dólares, la empresa que encabeza Akio Toyoda toma a nivel mundial rumbo hacia las soluciones de movilidad en unidades Conectadas a Internet, Autónomas, Compartidas y Eléctricas (CASE por sus siglas en inglés) sin que resulte especialmente preocupante la regresión a combustibles fósiles en México.

Cuando este año fue pública la intención oficial de una reforma constitucional para otorgar el monopolio de generación y distribución a la Comisión Federal de Electricidad, la firma que aquí dirige Luis Lozano, detuvo el propósito de construir una granja fotovoltaica para abastecer su planta de Guanajuato donde se producen las pick ups Tacoma que se venden en todo el mundo. Lozano sabía que de aprobarse tal reforma, bastaría con la negativa de la Comisión Reguladora de Energía (que lleva Leopoldo Melchi) para que no pudiese conectar esa granja solar con su moderna factoría.

Los contrapesos políticos detuvieron esa reforma. Toyota México reinicia los análisis puntuales para construir la granja que resulta fundamental para lograr su meta de 0 emisiones de dióxido de carbono. Ciertamente, aún existe la Ley de Industria Eléctrica (la llamada Ley Bartlett) para atajar el suministro privado…, pero Toyota sabe que un amparo llevado a la SCJN validaría su causa para autoabastecerse directamente de energía limpia. La división de poderes aún funciona, como lo demostró la ministra Margarita Ríos-Farjat.

Pero en lo que aquí se resuelven las controversias energéticas, Toyota invierte a nivel mundial un millón de dólares por hora para elaborar las soluciones de movilidad del futuro con sustentabilidad ambiental. México tiene una posibilidad única para atraer las inversiones para ello: hace dos décadas unos tecnócratas diseñaron el decreto automotriz, y ello convirtió en clúster globales el bajío y el noreste del país, donde antes había desiertos y miseria.

Los directivos de Toyota han propuesto a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, crear nuevos decretos automotrices que incentiven la atracción de inversión privada para la nueva generación de soluciones de movilidad, dado el éxito de México en ser el 5° fabricante mundial de autos. Este Gobierno decidirá si avanzamos o nos estancamos para la industria del futuro.

Otra vez, otra tragedia en ciernes. Ya la asociación internacional de pilotos comerciales (IFALPA), que encabeza Jack Netskar, alertó a sus agremiados los peligros que resulta llegar al AICM dado el “rediseño del espacio aéreo” del Valle de México; en consonancia, la Canaero, que preside Diana Olivares, exhortó a las autoridades aéreas atender las crecientes denuncias de incidentes graves hechas por las tripulaciones. Vaya, uno muy grave se suscitó el 9 de abril pasado sobre Tula, Hidalgo, cuando un jet LCT765 de la firma TAR, que dirige Ricardo Gastón, se cruzó a sólo 6 metros de altitud y en dirección cruzada con el LRC604 de la costarricense LACSA, a cargo de David Alemán. Sólo el sistema anticolisión TCA evitó el desastre. Hasta ahora el Seneam ha hecho oídos sordos, como apostando a que pase una tragedia para justificar sacar vuelos del AICM. ¿Será?

Agro, el reto de la productividad. El agregar 2.8 millones de toneladas de granos básicos es un objetivo tan necesario como ambicioso: en esa medida la oferta doméstica se amplíe habrá mayor posibilidad de aminorar las presiones de precios generados por los costos internacionales. De ahí la importancia del acuerdo por el cual la Secretaría de Agricultura, que encabeza Víctor Villalobos, se coordinará con la Asociación Nacional de Comercializadores de Fertilizantes (Anacofer), que representa Gabriel Duarte, para aumentar la oferta del insumo y su acceso a todos los productores del país, como parte del Paquete Contra la Inflación y Carestía (Pacic), y que incluye eliminar temporalmente aranceles de importación, agilización de trámites aduanales y mayor seguridad en puertos y carreteras. Aunque sus efectos no son inmediatos, es un primer y valioso paso al que habrá que agregar paquetes tecnológicos para elevar la productividad por hectárea y aprovechar al máximo la dotación de agua.