¿Nos piden contar hasta 10?… Comencemos:

GENTE COMO UNO

Mónica Garza
Mónica GarzaLa Razón
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UNO: Su cuerpo presentaba heridas de arma blanca, tenía 21 años y estudiaba para ser abogada, su nombre se popularizó con el hashtag #JusticiaParaDiana, luego de que fuera encontrada muerta en su casa en Tepic, Nayarit…

DOS: 24 horas después, en el mismo estado, Leonina, una mujer indígena de 35 años, fue apuñalada por su esposo al interior de su casa, dejando huérfano a un bebé…

TRES: En Monterrey un joven encontró el cuerpo de su madre con lesiones mortales en el tórax, el principal sospechoso es su novio con quien discutió el día anterior…

CUATRO: Medios locales de Puerto Vallarta informaron sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer que habría sido asesinada en su domicilio, presuntamente por su pareja, que sigue prófuga…

CINCO: En Ciudad Juárez, Chihuahua, fue identificada Bertha León, de 50 años, luego de que su esposo confesara haberla matado durante una discusión…

SEIS: Una joven es encontrada con huellas de violencia en calle de La Paz, Estado de México.

SIETE: Aracely Trejo de 22 años fue hallada en el fondo de un barranco en Veracruz, con signos claros de tortura, luego de haber sido reportada como desaparecida.

OCHO, NUEVE Y DIEZ: 3 mujeres fueron asesinadas en 24 horas en diferentes puntos de Celaya, en Guanajuato.

Ojalá todas ellas hubieran podido salvar su vida sacando “una banderita blanca de la paz” o contando hasta 10 con su asesino.

Todos estos feminicidios ocurrieron esta semana, misma en la que la Secretaría de Gobernación presentó su nada agraciada campaña “Respira y cuenta hasta 10” contra la violencia de género.

El agua de la Diana Cazadora teñida de rojo, en protesta a los feminicidios en el país, el pasado 7 de marzo.
El agua de la Diana Cazadora teñida de rojo, en protesta a los feminicidios en el país, el pasado 7 de marzo.Archivo

“Es una campaña hablando de las realidades y que intenta dar algunas herramientas a los ciudadanos para impedir que ocurra o que termine sucediendo la violencia contra las mujeres”, dijo Jesús Ramírez Cuevas, vocero de Presidencia.

¿Pero de qué herramientas habla? ¿de la banderita blanca?, ¿y de qué realidades? ¿de las que claramente desconoce o minimiza con semejante copy publicitario?

Abril pasado fue el mes con más homicidios dolosos contra mujeres desde el 2015 y esa sí que es una realidad como una casa, que por cierto se le está cayendo encima al vocero de la Presidencia.

Los datos oficiales registran 267 carpetas de investigación por homicidio y 68 más que sí fueron tipificados como feminicidios, lo que significa que cada día de abril, 11 mujeres fueron asesinadas, muchas de ellas al interior de su hogar en un confinamiento letal.

“Buscar un espacio para parar, detenerse, respirar y de alguna manera contar hasta a 10, como recurriendo a este método antiguo pero muy sabio y además es eficaz para contener las actitudes impulsivas o las pasiones que se desbordan”, dijo también Ramírez Cuevas.

¿“Pasiones que se desbordan”?… ¡Vaya manera insensible de llamar a hechos que terminan con la vida de una mujer! Se llaman Feminicidios y es muy poco probable que quien los comete pueda detenerse sólo contando hasta 10.

En los dos primeros meses de confinamiento, los Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia y de Transición, integrantes de la Red Nacional de Refugios han acompañado y atendido a 6,978 mujeres, niñas y niños, que representan un incremento del 77% en comparación al mismo periodo en 2019.

“El Estado mexicano asume como propia la responsabilidad del bienestar de la protección de la seguridad y la vida de las mujeres y las niñas en nuestro país…Tenemos empeñada nuestra palabra”, dijo la Secretaria Olga Sánchez Cordero minutos después de ser testigo de los spots de esa campaña que insulta a las mujeres mexicanas, sobre todo a las víctimas.

El mensaje es confuso porque al pretender ser incluyente diluye la atención sobre el problema y aquí las mujeres víctimas —en estos malogrados spots— quedan prácticamente como responsables de desatar la ira en su agresor.

La violencia de género no excluye ningún sector como parece mostrar el contexto de esta campaña, que además resulta clasista, de mal gusto, y pésima factura ¡Vaya desperdicio de recursos públicos!

En un control de daños, no sería mala idea retirar esta campaña de banderitas blancas y por supuesto también, ofrecer a las mujeres de México una sincera disculpa.