Mónica Garza

México en tiempos de juvenicidios

GENTE COMO UNO

Mónica Garza *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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¿Por qué siempre nos tardamos tanto en darnos cuenta de los fenómenos que nos golpean? Como el hoy llamado “juvenicidio”, que desde hace tiempo es una amenaza en nuestro ya sofisticado catálogo de delitos, irresponsablemente ignorado y donde los jóvenes son el blanco.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, aquellos ciudadanos con edades que van de los 10 a los 24 años son los considerados jóvenes, aunque la Organización Mundial de la Salud extiende su criterio hasta los 30 años.

En México, el sector de la población de 10 a 29 años, suma 42 millones 165 mil 326 habitantes, que representa prácticamente el 30% de los ciudadanos que habitan el territorio nacional, según datos del último Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Geografía y Estadística.

¿Cuál es una de las principales causas de muerte en este grupo?… sí… la violencia.

En México muere un joven cada 40 minutos, según el estudio que realizó México Evalúa en 2018, año en el que se registraron 36 mil 685 homicidios, de los cuales 4 de cada 10 fueron perpetrados en jóvenes entre 15 y 29 años.

“El hombre joven víctima de homicidio, en promedio cuenta con estudios a nivel secundaria, se dedica a algún trabajo artesanal y seguramente será asesinado en la vía pública”.

“La mujer joven víctima de homicidio, en promedio cuenta con estudios a nivel secundaria, es comerciante o trabaja en ventas y probablemente será asesinada en la vía pública”, indican los datos.

En 2021, Zacatecas tuvo al homicidio entre las primeras cuatro causas de muerte para la población total del estado entre enero y junio… y fue precisamente en aquella entidad donde hace una semana cinco jóvenes fueron secuestrados, cuatro de ellos encontrados sin vida en bolsas de basura y con señales de tortura; y la última, Valeria Landeros fue encontrada también sin vida este viernes. Todos tenían entre 21 y 25 años.

Estudiantes de la Universidad del Pedregal asisten a la misa en honor a Norberto Ronquillo, joven secuestrado y asesinado tras salir de dicha escuela.
Estudiantes de la Universidad del Pedregal asisten a la misa en honor a Norberto Ronquillo, joven secuestrado y asesinado tras salir de dicha escuela.Foto: Cuartoscuro

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi revela que 64.5% de los jóvenes en México no se sienten seguros en su ciudad, y otros datos señalan que entre 2007 y 2016 fueron asesinadas 118 mil personas menores de 30 años en la llamada “guerra contra el narco”, de estos, 42 mil 251 jóvenes tenían entre 20 y 24 años de edad.

Si hacemos memoria, nos encontramos con que la realidad ha estado ahí, de forma excepcional, pero vista como ordinaria:

En marzo de 2010, a las puertas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, los estudiantes Jorge Mercado y Javier Arredondo, murieron a manos de elementos de las fuerzas armadas.

En la capital mexicana, la Ciudad Universitaria, de la Universidad Nacional Autónoma de México ha sido la escena del crimen de algún joven, por lo menos en diez ocasiones en los últimos años.

En 2017, en Guadalajara, Jalisco, tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales —Salomón Aceves, Jesús Daniel y Marco Ávalos— fueron levantados, asesinados y disueltos en ácido.

Entre 2017 a 2019 más de 22 mil jóvenes también fueron asesinados en México, muchos de ellos en condiciones precarias de vida. Entre los más sonados recordamos:

En 2019 en la Ciudad de México, Norberto Ronquillo, privado de su libertad cuando salía de la Universidad del Pedregal donde estudiaba, para posteriormente ser asesinado. Un caso que sigue abierto.

En 2020 en Baja California, Danna Reyes, de 16 años, fue golpeada, acuchillada y calcinada en una colonia periférica de la capital del estado.

En días recientes, la Asociación Civil Jóvenes Buscadores de Sonora, señaló la desaparición y secuestro de al menos 9 jóvenes, de los cuales no todos han sido localizados.

Es en medio de carencias de diversa índole donde el juvenicidio encuentra su caldo de cultivo perfecto, según José Manuel Valenzuela Arce, investigador del El Colegio de la Frontera Norte y coordinador del Diplomado en Línea “Juvenicidio y vidas precarias en América Latina”.

“El juvenicidio posee varios elementos constitutivos que incluyen precarización, pobreza, desigualdad, estigmatización y ‘estereotipamiento’ de conductas juveniles (de manera especial de algunos grupos y sectores)”, explica el académico.

La palabra juvenicidio ni siquiera existe en el diccionario, pero es una realidad madura e invisibilizada. Un fenómeno vinculado a circunstancias económicas, culturales y sociales precarias, que no se está atendiendo desde el criterio que requiere, en medio de la ola de violencia que vivimos, y que claro, lo que menos distingue es la edad de las víctimas.

No cabe duda que son épocas de contrastes, mientras esta misma semana un joven de 22 años, el patinador mexicano Donovan Carrillo, hacía historia para nuestro país en la pista de hielo olímpica, fuera de ella, miles de su edad en México en el intento de al menos sobrevivir…