Irán entra al conflicto

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El domingo Irán lanzó una serie de drones y misiles a Israel después de haber advertido con tiempo que ésta sería su reacción ante el ataque a su consulado en Siria. El ataque anunciado fue más simbólico que otra cosa puesto que no sólo se avisó con tiempo para que las sofisticadas defensas antiaéreas de Israel estuviesen preparadas, sino que el tipo de armamento utilizado no era tan sofisticado y veloz como para representar una verdadera amenaza.

Así, el ataque de Irán puede interpretarse como una advertencia y una muestra de que no se quedará con las manos cruzadas si Israel continúa con sus ataques hacia personas e instalaciones iraníes. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es por qué Israel habría de atacar el consulado iraní justo en este momento y sabiendo que provocaría una reacción que podría escalar el conflicto entre las dos naciones.

No podemos afirmar con seguridad nada, pero al menos se perciben dos ganancias claras para Israel con este desarrollo de sucesos. Por un lado, el mundo ha dejado por unos días de poner atención en la desaforada reacción que han tenido en Gaza y la crisis humanitaria que se ha desatado. Las muertes de mujeres y niños y el hambre que recorre Gaza ante la insistencia de Israel en los ataques y en el bloqueo de la ayuda humanitaria habían elevado el clamor internacional por un alto al fuego, mientras los cuestionamientos a las decisiones del primer ministro Netanyahu se volvían cada vez más difíciles de ignorar. Incluso EU levantó la voz para pedir al Gobierno de Israel mesura. Volver a presentarse como víctima de un ataque es oro puro para un cuestionado Netanyahu.

Por otro lado, el ataque de Irán también le es favorable a Israel al provocar un inmediato cierre de filas a su favor por parte de sus aliados internacionales. El mismo Joe Biden se ha visto arrastrado de regreso a la Sala Oval para declarar sin dudar su apoyo y respaldo a Israel, una posición que venía menguando a medida que se alargaba el conflicto en Gaza.

Así, la provocación de Israel a Irán parece una jugada maestra de Netanyahu, sabiendo que Irán tendría que responder, aunque fuera de una forma tan calculada como fue el ataque del domingo. Todo parece indicar que Irán no quiere una escalada del conflicto, pero todo dependerá de la reacción que tenga Israel en este ir y venir de ataques entre los dos países que lleva años de historia.

Sería catastrófico que el conflicto escalara. El perpetuo clima de tensión no ayuda a calmar los ánimos y a evitar la radicalización de la población. Esta espiral de violencia necesitaría mesura y diplomacia para desactivarse. Esperemos que EU pueda ejercer ese papel puesto que tampoco le conviene un conflicto armado en plena campaña presidencial.