Movimiento Ciudadano

DE LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Movimiento Ciudadano ha emprendido desde el inicio del sexenio un camino en solitario que ha transformado a la organización en un ente más amplio y con vida partidista propia. El partido, sin duda, ha crecido y hoy vive su mejor momento, gobierna 2 de las gubernaturas más relevantes de México, en términos de población y de economía.

Lo anterior ha puesto a Movimiento en el centro del debate nacional, obteniendo vista como nunca antes a su posición en el espectro político mexicano, poniendo al centro una interrogante en la opinión publicada y al interior de los liderazgos visibles del partido ¿debe Movimiento Ciudadano aliarse o no?

Ése fue el entorno de su pasado Consejo Nacional que provocó la ebullición naranja durante la semana que le antecedió en la cual, desde Jalisco, el Alfarismo emitió posicionamiento en desacuerdo de la estrategia nacional. El tema es mucho más complejo de lo que se observa a simple vista.

El posicionamiento de Jalisco se refleja en el hecho de que durante 2018 logró ganar 18 distritos en alianza con PAN-PRD-MC, lo que le significó 17 distritos ganadores por mayoría “siglados” por Movimiento Ciudadano, mientras que, en 2021 ganaron 7 distritos en solitario, perdiendo 10 entre 2018-2021.

El detalle es que por la forma en que se cuentan los votos, ir hacia coaliciones impacta sobre todo a los partidos con menor presencia extendida. Ganar 17 diputaciones en Jalisco le significó tener 11 diputaciones de representación proporcional y desdibujarse en 13 entidades del país, donde dejaron de recibir financiamiento público y prácticamente el movimiento se extinguió. Con 4.4 por ciento de la votación nacional a diputaciones, obtuvo 5.6 por ciento de las curules al inicio de la legislatura.

En 2021, Movimiento Ciudadano obtuvo 7 diputaciones federales de mayoría, todas en Jalisco, mientras que en el caso de las diputaciones de representación proporcional obtuvo 16. Con su estrategia nacional, el partido pasó de ser el más castigado en financiamiento público local y federal de todo el país, a convertirse en el partido con más crecimiento presupuestal, regresando a tener presencia prácticamente en todo el territorio nacional.  Con 7 por ciento de la votación nacional, obtuvo el 4.6 por ciento de las curules al iniciar la legislatura, hoy con las adhesiones representa el 5.4 por ciento en términos de curules.

La decisión de Movimiento Ciudadano es mucho más compleja que una simple voluntad; de hecho, cualquier opción que escojan tendrá costos importantes, los cuales deben tomar en cuenta todos los actores políticos naranjas. Por ejemplo, ir en alianza hoy les puede significar fortalecerse en Jalisco, Nuevo León y Veracruz, pero perder varios registros estatales; no ir en alianza puede poner en riesgo Jalisco, pero mejorar sus números como partido en distintas entidades del país e incrementar el presupuesto partidista sustantivamente. Ésos son los dilemas centrales que enfrentan.

Como en muchas ocasiones en la política, no siempre hay sólo una buena decisión absoluta, ni escenarios inmodificables, hay futuros posibles a mi consideración, que pueden congregarse en distintas ópticas: la perspectiva de la opinión pública, la perspectiva de las élites, la perspectiva de la opinión publicada, la perspectiva de los liderazgos del partido, la perspectiva de los militantes del partido. Y éstas no siempre empatan.

En los últimos tiempos hemos visto organizaciones políticas que se desfondan por atender sólo las perspectivas de la opinión pública, otras, por sólo utilizar las de la opinión publicada; son pocas las que tienen la sensibilidad de entender la perspectiva de sus liderazgos y sus militantes, es decir, de sus bases. Por eso el primer convencimiento es el de las bases que van a construir los escenarios futuros.

Frente a la ebullición, Dante dio un paso de escucha en su asamblea y tomar decisiones en septiembre. Ya veremos qué cambia en los próximos meses a través de su propio mantra: la política no es, va siendo.