Oposición y selección de candidatos

DE LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón
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Los partidos de oposición han comenzado la época de los encartes a la candidatura presidencial. Va por México ha encartado al menos diez actores políticos, mientras en el Movimiento Ciudadano existen al menos tres encartados rumbo a 2024. A partir del año 2000 en México han surgido tres tipos de candidaturas presidenciales competitivas. Las que provienen de candidatos con amplio reconocimiento como Fox (VFQ), López Obrador (AMLO) y Peña Nieto (EPN); las que provienen de elecciones primarias como Labastida (FLO), Calderón (FCH) y Vazquez Mota (JVM); y, las que provienen de la imposición/autoimposición como las de Madrazo (RMP), Meade (JAMK) y Anaya (RAC).

Se puede observar el comportamiento las candidaturas en dos etapas, la precampaña y la campaña. En el caso de las candidaturas por imposición, las fracciones que los impulsaron controlaron las reglas de decisión sobre la candidatura, sin embargo, durante la campaña, los candidatos perdieron potencia ya sea por cambio de apoyo de sus bases hacia otra opción o por el fenómeno de “brazos caídos” de los militantes.

En el caso de las candidaturas por reconocimiento, han mostrado que el momento de la selección no generó un impulso extraordinario, y que son su desempeño y sucesos del proceso los que movieron las preferencias. AMLO en 2006 y EPN en 2012 tuvieron que administrarse a la baja durante la campaña, en ambos casos su preferencia previa era superior al 50%; mientras que VFQ en 2000, AMLO en 2012 y 2018 crecieron con una preferencia previa a la campaña que rondaba los 30%. Esto nos da un indicio de que aspirantes presidenciales con preferencias demasiado altas están topados para crecer.

Con las elecciones primarias, los candidatos ganaron un impulso extra para arrancar. En los tres casos (FLO en 2000, FCH en 2006 y JVM en 2012), inmediatamente después de su selección crecieron en preferencia, sin embargo, esto no aseguró el buen desempeño durante la campaña. El único caso ganador fue el de Calderón. Esto nos da un indicio de que una elección interna mejora la plataforma de salida de un candidato, pero no asegura un buen desempeño en la campaña.

En este sentido, hay organizaciones que han planteado la idea de elecciones primarias abiertas para la oposición y pese a que es atractiva, lo cierto es que, bajo la ley actual, es operativamente compleja. Por ejemplo, el presupuesto público para gastos de campaña en 2018 de los partidos hoy opositores fue de 1,380 millones de pesos, mientras los recursos reportados por el INE para la revocación de mandato corresponden a 2,091 millones de pesos, lo que incluye mesas directivas, organización, monitoreo, lista nominal, voto extranjero, apoyo administrativo y reforzamiento operativo. Es decir, en la actualidad, hacer una elección abierta de candidato es restringir el presupuesto de los partidos frente a la campaña presidencial, por más reducciones que se realicen.

En el caso de una elección interna de militantes, Va por México distribuye de la siguiente manera sus afiliaciones: PAN, 252 mil, PRI ,2 millones, y PRD, 1.2 millones; de ellos, el único padrón auditado es el de Acción Nacional, aunque ha sido abiertamente cuestionado por sus liderazgos, lo que provocaría una contienda asimétrica y de difícil reconocimiento al ganador por parte de los demás actores. En el caso del Movimiento Ciudadano tiene 381 mil afiliados válidos, pero hasta ahora no se recuerda una contienda interna ni se identifica un proceso de fortalecimiento de su padrón rumbo a 2024.

Si las condiciones legales y de los padrones prevalecen, es altamente probable que los candidatos presidenciables en la oposición sean electos por la vía de las encuestas, habrá que ver los pormenores de su proceso, ya que puede ser tan creativo como dispongan los partidos.

Lo anterior mientras que, en el oficialismo, la necedad del presidente y su fracción ha predestinado la aspiración de Sheinbaum a sentirse como una posible candidatura imposición. El método de selección de los candidatos y su creatividad o falta de ella, incidirá en las dos narrativas de los opositores, en Va por México la utilidad del voto para cerrar el paso al autoritarismo y en Movimiento Ciudadano el futuro a través del cambio generacional. ¿Cuál narrativa opositora será la que desafíe al oficialismo?, para responder a ello un punto central estará en el método de selección de candidatos.