Roberto García Requena

La Fed ya debería de parar los incrementos en tasas

BANDA ANCHA

Roberto García Requena*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Roberto García Requena
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) es el banco central que, en buena medida, marca la pauta respecto a la política monetaria que influye y siguen el resto de los bancos centrales del mundo, particularmente el Banco de México.

Desde que hubo signos inflacionarios en la economía mundial, provocados por choques externos como la pandemia, la guerra en Ucrania y el alza en los precios del petróleo, la Fed adoptó una política monetaria restrictiva con una tendencia alcista en tasas de interés. Todavía la semana pasada decidieron subir un cuarto de punto más la tasa, para pasar de 5 a 5.25 por ciento.

Si bien una política monetaria de esta naturaleza es un instrumento eficaz para, efectivamente, controlar la inflación, también es cierto que cada incremento en la tasa de referencia provoca la desaceleración de la economía, e incluso se puede caer en una recesión si no se tiene cuidado.

A medida que las tasas aumentan, el crédito se hace más caro y los proyectos de inversión se frenan. Como consecuencia, la economía pierde dinamismo y la actividad productiva se desacelera. Por ello, la política monetaria se tiene que manejar con mucho cuidado para evitar caer en este tipo de escenarios.

La Fed lleva aumentando tasas consistentemente durante más de un año. La primera subida de tasa se decidió en marzo del 2022, después de que la tasa había permanecido sin movimiento desde el año 2018.

Por fin ya hay signos en la economía estadounidense de que la inflación está cediendo. Al cierre de abril, los precios al consumidor se incrementaron 4.9 por ciento, por debajo de lo estimado, medido en términos anuales, es decir de abril del 2022 a abril del 2023.

Es la primera vez en dos años que este indicador no rebasa el nivel de 5 por ciento. Salvo productos alimenticios y energía, todo lo demás da muestras de una desaceleración en el crecimiento en precios, aunque todavía no en los niveles esperados.

Parecería que ya llegó el momento para que la Fed detenga la tendencia alcista en tasas, la inflación encuentre niveles razonables y la economía tenga un respiro. De mantener la subida en tasas, si se puede caer en riesgos de recesión, como ya comenté anteriormente.

Para México, en particular, sería sano que el Banco de México ya no suba tasas. De por si la economía no va a crecer en todo este sexenio. De seguir subiendo tasas, sería probable que la economía terminara por encogerse con esta administración, lo cual sería catastrófico para la prosperidad del país.