Salvador Guerrero Chiprés

Ciberseguridad y adultos mayores

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La extensión de Internet y las redes sociales, catalizada centralmente por las limitaciones sociales y familiares impuestas por la pandemia, potencializó y visibilizó su uso en un grupo etario al que se había creído ajeno o con baja presencia en esos espacios.

La realidad nos mostró que cada vez más personas adultas mayores utilizan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como una forma de distracción, socialización, cumplimiento de trámites u obtención de servicios que les ayuda a mantenerse y sentirse integrados a la sociedad.

En México, de los más de 15 millones de personas adultas mayores de 60 años —edad en que la OMS considera que comienza el envejecimiento—, el 74% cuenta con un celular y el 29% con computadora; de ellos, el 90% lo usa para revisar su correo electrónico y 60% para obtener información.

La alfabetización digital de este grupo poblacional es una realidad imposible de ignorar. Muchos nos acercamos a esa edad si es que no hemos arribado, lectores de diarios entre ellos. Para la mayoría, su acceso implicó entender el funcionamiento de las TIC y el miedo natural a la equivocación. En algunos casos, llegaron impulsados por otros familiares: hijas e hijos, nietas o nietos, o ante la necesidad de encontrar soluciones prácticas a la vida cotidiana.

Con la misma proporcionalidad e intensidad que se dio su arribo, ahora es necesario impulsar en sus hábitos virtuales, como en los de todas las personas, medidas de prevención para un uso responsable y seguro, objetivo central del Día Internacional de Internet Seguro, a conmemorarse el próximo 8 de febrero.

La vida digital ya es una realidad sin distinción de edades, pero con riesgos similares a los que se enfrentan en el día a día. Las actividades delincuenciales están presentes en ese espacio, y cerrarles el acceso es responsabilidad de todas y todos con el fomento de una cultura de la ciber prevención, como en la vida cerramos la puerta de nuestra casa a desconocidos.

Datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México indican que, a nivel nacional, el 8% de los casi mil 400 reportes de ciberdelitos del año pasado fueron en contra de personas mayores de 60 años, principalmente por phishing, robo de identidad y fraude en la compra o venta por Internet.

También enfrentan riesgos ante la entrega de datos personales en plataformas diversas, que pueden ser vendidos sin su autorización —como documentó el Consejo—, con el peligro de ser empleados para la comisión de otros delitos, como extorsión, fraude, robo de identidad e incluso secuestro.

Ellas y ellos se han convertido en un grupo vulnerable y lucrativo para los ciberdelincuentes. La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos calcula que los fraudes en línea tienen mayor impacto económico en esta población, a quienes, en promedio, les estafan mil dólares por ataque, mientras que a los más jóvenes son 400.

En la Ciudad de México, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, impulsa una estrategia de seguridad que incluye la dimensión de los riesgos virtuales, y en el Consejo Ciudadano fomentamos una noción de ciberseguridad personal, enfocada al cuidado de la información digital y los dispositivos empleados, también por las personas adultas mayores.