Salvador Guerrero Chiprés

Cumbre de voluntades

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Curiosa y paradójicamente, gobiernos tan encontrados políticamente como aquellos de los sexenios 1988-1994 y de este 2018-2024, contribuyeron y consolidan una integración económica y comercial de América del Norte que ha dejado beneficios a sus iniciativas privadas y a sus poblaciones.

A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, también entre los gobiernos actuales de Norteamérica, existe una perspectiva común sobre los impactos positivos de los acuerdos comerciales.

Hasta en la agenda se advirtió una disposición convergente, incluido el abrazo dominador de las fotografías de Jill Biden a sus anfitriones. Los diferendos por la política energética en el marco del T-MEC quedaron fuera de la mesa de la Cumbre Trilateral de Líderes de América del Norte entre los Presidentes Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden y el primer ministro Justin Trudeau.

Ahí se instaló la aseveración presidencial. López Obrador indicó que es tiempo de terminar “olvido” y “desdén” de Estados Unidos hacia América Latina. Biden le respondió con la reivindicación de los millones de dólares que ha invertido su país y la responsabilidad, asumimos hegemonizadora, que tiene su gobierno en otras regiones del mundo.

Convocar contra el tráfico de drogas, en particular el fentanilo, convertido en la principal causa de muerte para los estadounidenses adictos, es indicación de la voluntad estadounidense de hacer bloque frente a amenazas percibidas de origen asiático, con depredadores muy atentos a la llegada a puertos mexicanos.

La captura de Ovidio Guzmán, reveladora de una determinación y quizá de una cortesía, demostró ante Biden capacidad del Gobierno mexicano para hacer frente a los grupos del crimen organizado. Más ambigua es en contraste la perspectiva de los tres países respecto a migración. Una problemática global, en la cual la coordinación entre países resulta fundamental con la dificultad de la brutal diferencia de controles de las fronteras de cada uno de nuestros países.

La anunciada colaboración EUA-México, a través de la creación de una plataforma virtual para brindar a las y los migrantes acceso simplificado a la inscripción y solicitud migratoria por vías legales y establecer en México un nuevo centro de atención a migrantes con participación de iniciativa privada, es esperanzadora. Los resultados en un año demostrarán si nuestro optimismo y los abrazos prodigados tenían fundamento y propósito de largo alcance.

Los sectores más vulnerables fueron referidos como nunca antes en visitas semejantes. La atención de quienes menos tienen es parte de toda política para disminuir las tensiones migratorias y de seguridad. En la Ciudad de México, por ejemplo, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, impulsa la entrega de pensiones para personas adultas mayores, que ayer llevó a Iztapalapa junto con la alcaldesa Clara Brugada y la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.

A la supuesta relación entorpecida se respondió estos tres días con política y una atmósfera peculiarmente amigable.