Valeria López Vela

Menos contexto, más perspectiva

ACORDES INTERNACIONALES

Valeria López Vela*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria López Vela
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Una onza de prevención de la guerra vale más que una libra de juicios penales internacionales

John Tasioulas

El 7 de octubre de 2023 volvieron a resquebrajarse los pilares de la civilización. El ataque realizado por el grupo terrorista Hamas en contra de ciudadanos israelíes —no todos de ellos de religión judía— rebasó los límites de la crueldad.

En cifras, ese día falleció el mayor número de judíos desde el Holocausto; en términos de humillación y desprecio por la dignidad humana se trata de hechos que, aunque podamos narrar, se enmarcan en el rango de lo indecible, pues representan la barbarie, la renuncia a la razón.

En una carta, Hannah Arendt escribió a Karl Jaspers que “sabemos que los males más grandes o el mal radical ya no tienen nada que ver con motivos pecaminosos humanamente comprensibles. No sé qué es el mal radical, pero me parece que de alguna manera tiene que ver con el siguiente fenómeno: hacer superfluos a los seres humanos como seres humanos”. (Arendt y Jaspers 1992:166)

En ese contexto, en varias universidades estadounidenses hubo manifestaciones de apoyo hacia el pueblo Palestino, llamados a la paz y discusiones sobre los alcances del Derecho internacional vigente y la política de Netanyahu. Sin embargo, también hubo expresiones antisemitas: discursos de odio, acoso a estudiantes y censura de eventos.

A raíz de esto, el Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes de Estados Unidos citó a la presidenta de la Universidad de Harvard, Dra. Claudine Gay; a la presidenta de la Universidad de Pennsylvania, Liz Magill, y a Sally Kornbluth, presidenta del Instituto de Tecnología de Massachusetts; como testigo experta participó la Dra. Pamela Nadell. La transcripción completa de la audiencia puede consultarse en: https://rollcall.com/2023/12/13/transcript-what-harvard-mit-and-penn-presidents-said-at-antisemitism-hearing/.

Ninguna de las presidentas tuvo la estatura moral para asumir la responsabilidad de su falta de liderazgo. Pero, dada la crueldad de los hechos, para los congresistas fue muy fácil mostrar la debilidad de la respuesta. La congresista Elise Stefanik fue la más específica en el interrogatorio.

Stefanik: “llamar al genocidio de los judíos viola las reglas de intimidación y acoso de su universidad ¿sí o no?”.

Las tres doctoras dieron una respuesta similar: “Puede ser. Depende del contexto”.

Más allá del recuento, la pregunta que queda por hacernos es: ¿por qué las presidentas de las universidades más prestigiadas hicieron superfluas las necesidades de los estudiantes tras la crueldad que ocurrió el 7 de octubre de 2023? ¿Desde cuándo los intelectuales renunciamos a ser una suerte de brújula moral —modesta, discreta pero contundente— cuando se trata de tomar posición frente al genocidio o la violencia sexual? ¿En qué momento, los profesores preferimos la comodidad leguleya sobre la dignidad de nuestros estudiantes?

Lo que las presidentas hicieron con su comunidad es, sin ninguna duda, un acto de mal radical y hay que nombrarlo como tal para que se hagan cargo —tanto ellas como los académicos que se sumen a esa tendencia—.