Más a quien menos tiene

Más a quien menos tiene
Por:
  • David Leon

En un ambiente de polarización que priva en cierto sector de la población, me gustaría hacer un alto para invitarte a hacer una reflexión. La política social del Presidente Andrés Manuel López Obrador está funcionando. ¿Por qué lo digo? Ahí vamos:

Una de las causas más importantes del Presidente a lo largo de décadas de lucha ha sido el combate a la pobreza y la reducción de la desigualdad. En las plazas públicas, en entrevistas y en sus textos, se encuentra consignada su propuesta de impulsar una mejor distribución de la riqueza, permitiendo que quien menos tiene reciba más.

México reporta la dolorosísima cifra de contar con aproximadamente 60 millones de habitantes en situación de pobreza. En contraste, un porcentaje muy pequeño de la población concentra la riqueza. Aunado a ello, el crecimiento marginal que se tuvo a lo largo de sexenios no se vio reflejado en nuestras familias pobres; al contrario, se concentró en ese mismo reducido grupo.

El Presidente sostiene que crecimiento no significa desarrollo y mucho menos bienestar. Y ciertamente tiene razón. Alcanzar crecimiento no necesariamente se refleja en el mejoramiento de las condiciones de vida.

Un muy buen estudio de Raymundo Campos y Luis Monroy sostiene que “no existe una relación entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza”; el estudio abunda: “las ganancias del crecimiento económico no se han trasladado en reducciones en pobreza significativas”; el documento termina sentenciando: “el crecimiento económico está relacionado con mayor número de empleos formales, pero no con mejores salarios”.

Es entonces cuando, a través de una serie de decisiones y programas de política social, se logra distribuir de mejor forma el presupuesto y la riqueza, promoviendo el desarrollo y, con ello, el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes. Ejemplos de ello: el programa de apoyo a adultos mayores, a jóvenes que no tienen la posibilidad de estudiar o trabajar, a las tandas por el bienestar, al programa Sembrando Vida o a los caminos construidos por la gente.

En días pasados, el Presidente declaraba que en su visita a los pueblos de México, los carniceros le dicen que ahora matan dos vacas a la semana, en lugar de una; más de uno criticó la supuesta simpleza de la declaración. Sin embargo, es ahí donde se refleja la distribución de la riqueza y es ahí donde se puede registrar un incremento en el bienestar de la población.

Don Enrique Quintana consignó en su columna semanal que en el mes de enero existió un crecimiento en el salario de 4.7 por ciento. Además, refiere, con cifras del Inegi y de Coneval un incremento por arriba de cinco por ciento en el ingreso de los hogares y trabajadores.

Por último, Coneval refiere que para el último trimestre del año pasado, 20 por ciento de la población más pobre tuvo un incremento en sus ingresos, cercano a 18 por ciento. Todo lo anterior comprueba que, lo de las dos vacas, no es ninguna ocurrencia, y la política social del Presidente López Obrador está funcionando.