Crisis tan pronto como hoy

Crisis tan pronto como hoy
Por:
  • mauricio_flores

Como saben todas y todos las empresarias y empresarios, hoy es el último día para enterar los impuestos correspondientes a marzo, mes en que las ventas se desplomaron por la pandemia y de la recesión que empezó hace un año; ahora, en la fase álgida, muchos generadores de riqueza enfrentan la disyuntiva de cumplir al SAT, de Raquel Buenrostro o pagar un último tramo de salarios a sus empleados.

Las empresas, en su gran mayoría, para ser exactos, el 95%, tienen entre 2 y 10 empleados conforme a las mediciones de la Concamin, de Francisco Cervantes a través de su herramienta Covid-Industrial. No, no son multimillonarios, no son cómo los dibujan los ya aburridos y carentes de imaginación caricaturistas militantes de la 4T (los pintan cual cerdos vestidos con sombrero de copa y levita negra), pues 4.5 millones de las empresas manufactureras son resultado del esfuerzo personal y sus familias completas.

Talleres mecánicos, lavanderías, textileras, restaurantes, bares, despachos de diseño y de ingeniería, transporte de carga, minas y constructoras son las empresas que podrían dejar en la calle a un millón de personas (10% del empleo manufacturero) a partir del lunes próximo.

Para ese día fue reconvocada la comida en Palacio Nacional a la que AMLO originalmente les convocó para el miércoles 15 de abril con los representantes empresariales del CCE, de Carlos Salazar.

El sólo cambio de fecha de la reunión hace suponer que el primer mandatario no cambiará de parecer y mantendrá su negativa a dar un respiro —no condonación— de impuestos a las empresas de todo tamaño y a asumir una mayor porción de deuda (el menor de los males, como magistralmente describe en Nexos el exsecretario de turismo, Enrique De La Madrid) para aplicar un programa de rescate.

Así, el Presidente parece dispuesto a quemar las naves en base a sus creencias, dejando de lado su pragmático y eficiente animal político: opta por un modelo extremadamente neoliberal (contención absoluta de las finanzas públicas) y por miedos campiranos cierra el paso a la ayuda internacional que aliviaría la crisis que estalla hoy.

Por cierto, fugaz y escuetamente apareció el secretario Arturo Herrera que se dijo dispuesto a tomar accione fiscales para enfrentar la Gran Recesión. Ojalá y no lo desmientan.

Esperanza color Marfil. El actual y caótico actual ha traído consigo que empresas de todos los sectores tomen medidas para evitar la propagación del Covid-19 pero con ello, esperanzadoramente, planteen soluciones a nuestra nueva realidad. Así, la firma mexicana Marfil, especialista en hemodiálisis y en servicios de asistencia médica para pacientes en casa, aplicó descuentos a sus servicios para apoyar a los enfermos renales que atiende en su unidad médica ubicada en la CDMX. Y junto con ello se aboca a la distribución de puerta en puerta de gel antibacterial y cubrebocas para prevenir contagios. Así, la empresa de Daniela Bringas y Gian Caro de Iaco, encontró el lado humano de enfrentar la pandemia.

Elektra, servicio básico. Abundan las críticas a Ricardo Salinas Pliego por mantener abiertas las tiendas Elektra. Estoy seguro qué ninguno de ellos ha ido a esas tiendas ni visto la gente que requiere de cobrar las remesas que les mandan desde el extranjero por Western Union, ni necesitado comprar un celular (indispensable en estos tiempos) a plazos, una motocicleta (el reparto hoy es la ley en las ciudades) o un televisor para aguantar el encierro. Pero también están abiertos otros comercios igualmente básicos en medio de la pandemia: Oxxo, 7-Eleven, Extra, Círculo K, Farmacias Guadalajara, Tiendas Neto, Oxxo, La Europea, The Home Depot, Bodega Aurrerá, Chedraui, City Market, Fresko, La Cómer, Soriana, Superama o Walmart, Costco, Sam’s Club, Famsa y Coppel. Además, todos los bancos. Ya lo sé, a muchos críticos no les cae bien Salinas Pliego por claridoso… sólo eso, pues tales críticos no tienen ningún otro argumento más que su pequeña y torpe maledicencia contra lo útil y necesario en estos momentos.

El Cid cabalga en NY. Y en la mundialmente famosa plaza de Time Square, el mercado Nasdaq colocó a grandes letras y colores un homenaje a Carlos Ruiz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, fenecido por coronavirus, un gran constructor de empresas. Descase en paz.