Un fenómeno en crecimiento

Burnout tecnológico: cuando la conexión deja de ser alivio

Desde la pandemia hemos visto el surgimiento de padecimientos relacionados a las ciencias aplicadas; en el ámbito profesional es más común de lo que se cree para estos casos

Muchas veces una mala conexión causa muchos problemas. Foto›Especial

En un mundo hiperconectado, la tecnología que ha sido vista como liberación, a veces se convierte en un factor clave de estrés. El llamado burnout tecnológico no distingue entre jóvenes profesionales, familias multitarea o estudiantes; todos somos vulnerables.

Esta fatiga digital no aparece de un día para otro: emerge del lento desgaste por pantallas permanentes, notificaciones sin fin, herramientas laborales invasivas y falta de desconexión real.

  • El Dato: En lugar de dispersarte entre varias tareas, trabaja con bloques concentrados, esto reduce la fatiga cognitiva y facilita el estado de fluidez mental.

La idea de un “trabajo eficiente” se ha transformado en una condena sin frontera entre lo laboral y lo personal, pues aplicaciones que son aparentemente diseñadas para hacernos la vida más sencilla, inundan nuestra atención, arrasando también con nuestro tiempo libre, dejando un claro agotamiento tecnológico.

Complementariamente, la incidencia del llamado “Gran agotamiento” pospandemia es cada vez más palpable. De acuerdo con expertos, el trabajo remoto que trajo la pandemia de Covid-19 intensificó la llamada fatiga digital y el aislamiento, pues ahora, años después de esta situación, muchos continúan trabajando desde casa.

También conocido como ‘technostress’, este síndrome combina síntomas físicos y emocionales: agotamiento constante, dolor de cabeza, irritabilidad, falta de motivación, baja productividad, insomnio, ansiedad e incluso disminución en la satisfacción laboral o académica.

  • El Tip: La Organización Mundial de la Salud incluyó al burnout en la 11.a Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

El fenómeno del digital presenteeism que es la presión que sienten miles de personas a permanecer conectado todo el tiempo, agrava la situación, especialmente tras el auge del trabajo remoto. Pues responde a inseguridad laboral, ansiedad por responder y miedo a quedar fuera.

En el ámbito tecnológico, algunas de las señales claras incluyen ausencia de placer en actividades normales, aumento del ausentismo, relaciones tensas en equipos de trabajo y baja autoestima.

ASÍ PUEDES PREVENIRLO. Establece límites claros entre lo laboral y lo personal. Reconocer que el tiempo fuera de pantallas es tan vital como las horas de productividad. Apégate a horarios definidos, cierra aplicaciones laborales fuera de ellos y comunica disponibilidad a colegas y familia. Las organizaciones también deben establecer normas.

  • 75% de los trabajadores en México, sufre de fatiga por estrés laboral, de acuerdo con la UNAM

PRACTICAR LA ATENCIÓN PLENA. Pequeñas acciones como respirar conscientemente, desconectar impulsos digitales o meditación diaria, aunque sea 5 minutos, te ayudarán a restablecer el eje mental.

DESCANSOS. Aplicar la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia durante 20 segundos) puede ayudar a aliviar la fatiga visual. Además, microdescansos para estirarse, caminar o cerrar los ojos mejoran el enfoque y energía.

AUTOCUIDADO FÍSICO. Dormir bien, alimentarse adecuadamente y ejercitarse genera resistencia mental. Añadir paseos al aire libre y beneficios emocionales: proporciona descanso real para la mente.

ORGANISMOS Y ENTORNOS. Las empresas pueden fomentar culturas saludables: descansos obligatorios, reducción de reuniones virtuales innecesarias, comunicación clara sobre expectativas, formación sobre uso responsable de tecnología y políticas éticas para una mejor salud mental de sus trabajadores en el día a día.

El burnout tecnológico es una realidad creciente que demanda estrategias conscientes y colaborativas. No se trata de renunciar a la tecnología, sino de recuperar el control sobre ella. Establecer límites saludables, practicar presencia diaria, diseñar entornos laborales empáticos y nutrir el cuerpo y mente son pasos que marcan la diferencia.

En última instancia, cuidar nuestra relación con la tecnología significa preservar espacio para lo esencial, además de ser algo importante no sólo para nuestros entornos laborales, sino también para tu salud física y mental.