Erika Peña Coss, quien sobrevivió al ataque perpetrado por su entonces novio y asesino de sus dos hermanos menores, Diego Santoy Riveroll, el 2 de marzo del 2006 en la colonia Cumbres de Monterrey, Nuevo León, ha permanecido en el ojo público debido a la reciente difusión de una fotografía suya.
La imagen, correspondiente al año 2017, fue tomada durante su asistencia al Abierto de Monterrey, evento en el que se muestra a Erika Peña Coss aparentemente recuperada de las lesiones en el cuello que sufrió durante el ataque.
Casi 20 años han pasado del Caso Cumbres
El caso, conocido como el “Caso Cumbres”, conmocionó a México cuando Diego Santoy asesinó a los hermanos menores de Erika, María Fernanda de 3 años y Erik Azur Peña Coss, de 7 años, e intentó matarla a ella misma. Tras su condena a 71 años de prisión, Santoy, quien se encuentra en Cadereyta, dio una entrevista a Saskia Niño de Rivera, de Reinserta, y ha mantenido una versión en la que afirma que Erika fue la responsable de las muertes, una declaración que ella nunca ha confirmado ni desmentido públicamente.
Azura, hermana de Erika y los pequeños, no resultó lesionada pese a que también se encontraba en la casa de Erika el día del asesinato.
En el careo, Santoy insistió que Erika y Azura tenían una mala relación con sus hermanos menores y que siempre había pleitos en su familia por ser las encargadas de cuidarlos, Azura negó cualquier estos hechos y mencionó que la relación con sus hermanos era muy buena siempre.
En prisión, Diego Santoy se graduó en el 2024 como abogado.
A casi 20 años del Caso Cumbres, circula una FOTO de Erika Peña Coss
Desde el ataque, Erika Peña Coss ha optado por mantener un perfil bajo. Se trasladó fuera de Monterrey y, en septiembre de 2012, se casó con Mike Otto, un empresario estadounidense, en una ceremonia en San Miguel de Allende, Guanajuato. Las imágenes de la boda, que mostraban una celebración tradicional mexicana, fueron compartidas en redes sociales, pero posteriormente eliminadas.
Actualmente, Erika Peña Coss reside en una ubicación no divulgada, alejada de los medios de comunicación y de la atención pública. La reciente aparición de su fotografía ha reavivado el interés en el caso, que sigue siendo objeto de debate y análisis en la sociedad mexicana. Sin embargo, Erika continúa sin hacer declaraciones públicas sobre los eventos ocurridos en 2006.
Comenzó a circular en redes una fotografía más actual, tomada en 2017 durante el Abierto de Monterrey, en la que Erika aparece con un semblante tranquilo y sin señales visibles de las heridas en el cuello que presuntamente le infligió Diego Santoy Riveroll casi dos décadas atrás.