Desde su lanzamiento en 2009, el Porsche Panamera ha sido un vehículo polémico, que si es un sedán o un coupé, que si es necesario en la gama de Porsche, mil cosas, pero lo cierto es que al igual que el resto del portafolio de la Casa de Stuttgart, este vehículo ha sido un éxito y por ello, esta semana presentó su tercera generación.
Fiel a la tradición de Porsche, el diseño es progresión de las líneas de sus antecesores, agregando algunos cambios vistos en la reciente actualización de la Porsche Cayenne como los faros, la facia, el cofre y las salpicaderas, que tienen nuevas dimensiones. Los costados mantienen una imagen muy parecida a la del modelo previo, aunque con cambios sutiles en salidas de aire y contorno de ventanas.
La parte trasera también rediseña la defensa con un look similar a la del 911 ST. Cómo es costumbre en Porsche, además de algunas tonalidades nuevas para la carrocería, también habrá un programa extenso de personalización que nos dejará hacer único a nuestro Panamera. Incluso podemos añadir rines de tuerca central como los del 911 GT3.
Por dentro toma un rumbo de diseño similar al de Taycan, con un tablero y una pantalla digital, ambas de 12.6 pulgadas, a las que se puede sumar, de forma opcional, una pantalla extra de 10.9 pulgadas para que el copiloto controle el infoentretenimiento.
La tecnología a bordo se mejora con una suite de asistencias avanzadas a la conducción actualizada que permite mayor nivel de conducción autónoma en carretera, además de poder controlar el sistema de estacionamiento del auto desde nuestro celular.