Foto Tomadas del video
Fueron sólo dos segundos los que un joven tardó en asesinar a tiros al general en retiro Mario Arturo Acosta Chaparro. Otros cinco segundos ocupó en correr hacia la moto en la que llegó. Un minuto más tarde ya había escapado del lugar del crimen
Todo sucedió la tarde del pasado 20 de abril en calles de la delegación Miguel Hidalgo. Y cada acción, desde que el homicida llegó hasta que se fue tras perpetrar el crimen, quedó grabada en una serie de videos que ayer dio a conocer la Procuraduría capitalina.
Junto con la presentación de estas imágenes la dependencia anunció que enviaría a prisión a Jonathan Aréchega Zarazúa, un santero de la zona de Aragón a quien señalan como aquel que en dos segundos y de tres balazos acabó con la vida del militar.
El procurador, Jesús Rodríguez Almeida anunció que a casi mes y medio de haberlo detenido, el ministerio público determinó consignarlo ante un juez capitalino para que éste valore las pruebas que hay en su contra.
Los testimonios de quienes acompañaban al general el día en que lo mataron, son parte de las pruebas con las que la Procuraduría capitalina sustenta la acusación contra Aréchega, apodado como El Yoni o El Chago.
El ex policía Federico González Mejía, y el ex capitán Honorio García Sánchez, señalaron “de manera directa y sin temor a equivocarse” a este joven como el mismo que ese día mató al militar.
En el video del crimen se aprecia cómo el general y sus dos acompañantes platicaban sobre una calle. De pronto en la esquina aparece un joven que se dirige hacia ellos.
El hombre da alrededor de 25 pasos. Pasa detrás del general y sus acompañantes y sigue de frente unos tres metros. Después regresa ya con la pistola en ambas manos y le dispara por la espalda.
Gracias al testimonio de los dos acompañantes de Chaparro, las autoridades pudieron realizar un retrato hablado del homicida. Tras ser difundido, alguien llamó a la Procuraduría y les avisó dónde encontrarlo.
Aréchega ha negado las acusaciones; sin embargo, no ha podido demostrar dónde estaba el día y a la hora del ataque.
Los testigos no pudieron sustentar que estuvo con ellos. Ahora será un juez quien valore si es o no culpable.