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En menos de un año, la banda de secuestradores denominada Los Guayabos reunió un botín de aproximadamente diez millones de pesos, producto de rescates que pedían por jóvenes universitarios. A todos los raptaban cerca de sus escuelas, en distintos puntos del Distrito Federal y el Estado de México.
El modus operandi consistía en buscar a parejas que se estacionaban cerca de universidades de paga.
Informes de la Fuerza Antisecuestros (FAS) revelan que, incluso, en una ocasión un empresario les pagó alrededor de un millón y medio de pesos para evitar que le hicieran daño a su hijo plagiado.
Los sujetos torturaban a sus víctimas y abusaban sexualmente de las mujeres. Con la violación presionaban a los familiares de los secuestrados para que entregaran el dinero que les exigían.
Hasta ahora, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha relacionado a Los Guayabos con 15 plagios. La dependencia ha detenido ya a 18 miembros de esta banda, sólo continúan prófugos dos de sus líderes.
Las primeras capturas se efectuaron los últimos días de octubre, cuando una pareja de jóvenes, raptados por ellos, logró escapar de la casa en la que los mantenían cautivos, en la delegación Iztapalapa.
Los universitarios tenían un par de días secuestrados. Los esposaron de las manos y les encintaron los pies para que no huyeran. Sin embargo, aprovecharon que las dos mujeres que los cuidaban se quedaron dormidas para huir.
Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina realizaron las primeras cuatro detenciones. Desde entonces la Procuraduría capitalina tomó el caso y logró la captura de los otros integrantes.
Hace un par de semanas, agentes de la FAS y del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) realizaron un operativo contra este grupo delictivo.
Los elementos llegaron hasta un predio del Barrio San Miguel, en el Pueblo de Santa Catarina Yecahuizotl, en la delegación Tláhuac.
Capturaron a 13 presuntos secuestradores, y les aseguraron cuatro vehículos, dos armas de fuego, 770 mil pesos en efectivo y 30 mil pesos en billetes de 500 pesos, presumiblemente falsos.
