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El proyecto para demoler 41 mil 400 metros cúbicos del Polyforum Cultural Siqueiros, que alberga el mural más grande del artista, para construir en su lugar un nuevo recinto y una torre de 199 metros de altura, 48 pisos, hotel con 75 habitaciones, 136 departamentos, 38 oficinas y áreas para comercios, fue aprobado por el gobierno de Marcelo Ebrard, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y, en 2008, por la delegación Benito Juárez, encabezada en ese entonces por Germán de la Garza.
El Gobierno del DF de Ebrard avaló el plan en 2010 a través de la Seduvi, que encabezaba Felipe Leal, en cuya representación firmó el entonces director general de Desarrollo Urbano, Gerardo Sigg Calderón. El oficio de autorización, cuya copia está en poder de La Razón tiene fecha del 15 de febrero de 2010.
Por su parte, el INBA, adscrito al Conaculta, que dirigía Consuelo Sáizar, también dio su visto bueno a la obra.
El 28 de septiembre de 2010, la entonces directora del Instituto, Teresa Vicencio Álvarez, firmó un oficio (número DG/355/2010), también en poder de La Razón, en el que concluye que “el traslado y reubicación (del Polyforum) es posible”, aunque reconoce que “es un movimiento de alto riesgo en el que la preocupación principal la representa la vibración, no tanto el movimiento”.
El oficio 101/1400 emitido por la Seduvi el 1 de abril de 2001 indica que “como parte del proceso de evaluación, con fundamento en el artículo 80 del Reglamento de la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, se solicitó opinión a la delegación Benito Juárez, la cual mediante oficio número DGODU/0455/2008 del 27 de mayo de 2008, suscrito por el director general de Obras y Desarrollo Urbano en esa jurisdicción, emitió opinión positiva condicionada” para el proyecto.
El Proyecto Polyforum, cuya copia íntegra tiene La Razón, indica que los trabajos de demolición de la obra multidisciplinaria del muralista David Alfaro Siqueiros se realizarían de las 8:00 y las 18:00 horas, serían a mano o si “las circunstancias lo permiten” con un martillo neumático. “La demolición de los muros, como lo marca la norma general, deberá efectuarse piso por piso, de manera descendente”.
El profesor de Estudios Culturales en el Tecnológico de Monterrey, Armin Gómez Barrios, señaló en entrevista que mover el centro cultural para construir un rascacielos provocaría que los 12 murales exteriores que componen el edificio perdieran su estética, belleza, forma y color.
“(Moverlo de lugar) es arriesgado. No necesariamente se va a ver igual. Va a perder la estética que lo caracteriza, porque son paneles están minuciosamente colocados en forma prismática. No sé cómo le va a hacer para ensamblarlos y que queden igual”.
Este plan además representaría para los desarrolladores ganancias mayores que realizar la obra en calles aledañas: cada metro cuadrado sobre Insurgentes Sur cuesta 28 mil pesos; en Nebraska, Montana o Lousiana, 25 mil 500 pesos, según la inmobiliaria Riagsa.
Un ejemplo sobre el costo de oficinas en avenida Insurgentes Sur es la torre que está en contraesquina del Polyforum. Esta tiene 19 pisos, cada oficina es de 20 metros cuadrados y la renta de éstas es de 24 mil 200 pesos mensuales.
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