El biciestacionamiento de La Raza, inaugurado hace casi un año con un costó 21 millones de pesos, luce subutilizado. Con una capacidad para resguardar 400 bicicletas y ocho vehículos para personas con capacidades diferentes, en promedio no se ocupa una cuarta parte cada día.
Sin embargo, para vecinos de la zona si ha tenido beneficios, pues comentan que junto con ese proyecto se instalaron 250 cámaras de vigilancia, lo que redujo la delincuencia y además quitaron 250 puestos de vendedores ambulantes que llenaban de basura el lugar, comentaron.
Los usuarios del cicloestacionamiento confirman que suele estar así de vacío, lo para ellos es conveniente porque tienen la confianza de que podrán dejar su vehículo en un lugar seguro, incluso durante toda la noche, como ocurre con Joaquín, un joven de 26 años, que todos los días llega a las 8 de la mañana desde Ecatepec para sacar su vehículo.
Su bici es su medio de trabajo, así que al llegar al biciestacionamiento verifica el aire de las llantas, engrasa la cadena y sale con ella a repartir comida por toda la capital.
Otras personas, como Heriberto Madrigal, decidieron comenzar a utilizar la bicicleta cuando el pasaje público subió de precio, el viaja desde Azcapotzalco a La Raza para tomar un autobús que lo llevaba al Centro, donde se surte de hilos para su negocio de costurero, cuando los micros comenzaron a cobrar más se percató de que podía ahorrarse ese dinero si llegaba a La Raza pedaleando y la dejaba en el estacionamiento, además puede comprar más materia prima y para su sorpresa descubrió que incluso es más rápido el traslado.
Dentro del estacionamiento de 2 mil 570 metros cuadrados, existen 12 cámaras de seguridad, además de que en la entrada hay una cabina de policía que no permite acceder sin identificación, en estado de ebriedad o con armas.
Gracias a esto no se ha reportado ningún robo en el lugar, la desconfianza en el servicio sigue siendo uno de los impedimentos para cambiar a este modo de trasporte y dejarlo ahí, comentó uno de los usuarios.
Otras personas señalan que en días lluviosos es imposible regresar en bici a sus hogares, por lo que prefieren viajar en trasporte público, aunque se puedan dejar las bicicletas guardadas hasta 72 horas sin ser acreedor a una multa.
Actualmente la Ciudad de México tiene 128 kilómetros de ciclovías y más de mil 300 biciestacionamientos en vía pública; sin embargo, los ciclistas comentan que deberían estar mejor ubicados, en estaciones terminales como Indios Verdes o cerca de centros turísticos o comerciales, ya que en muchas ocasiones los pocos estacionamientos están lejos de su destino o llenos por lo que tienen que amarrar sus bicis a rejas y árboles, lo que es muy peligroso.
Este fue el segundo biciestacionamiento creado en la Ciudad de México, tras su apertura se informó que se construiría otro en la delegación Gustavo A.
Madero; empero, no se ha informado nada sobre este proyecto.
