Durante el fin de semana se llevó a cabo la tercera edición de los Juegos Unificados, en los que mil 143 personas con capacidades diferentes participaron en 13 disciplinas deportivas.
El objetivo fue impulsar la convivencia de las personas y establecer relaciones interpersonales a través del deporte por parte del Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del Distrito Federal (Indepedi).
Los atletas comenzaron a llegar desde las 7 de la mañana para inscribirse en las diferentes disciplinas, entre ellas, el golbol, un tipo de futbol para invidentes en el que el balón tiene un cascabel y por medio del sonido los deportistas ubican su posición, o el bochas, en el cual los jugadores con discapacidades intelectuales pueden jugar fútbol en un campo pequeño y con una pelota más ligera.
La presbanquista Amalia Pérez Vásquez, quien ostenta el récord mundial de su categoría (44-60 kg) al cargar 130 kilogramos durante los juegos Paralímpicos de Río 2016, comentó que es una buena iniciativa el llevar a cabo estos eventos porque contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas.
El deporte que mayor convocatoria obtuvo fue el baloncesto en silla de ruedas, donde 32 equipos compitieron por ser el mejor de la ciudad, también hubo una gran cantidad de participantes en las disciplinas de tenis, ajedrez y atletismo.
Las porras resonaban aunque no eran muchos los espectadores, los participantes sonreían y saludaban a las gradas en agradecimiento por el apoyo que les brindaban.
Además de mostrar sus cualidades atléticas para ser tomados en cuenta en competencias internacionales y formar parte del seleccionado nacional de cada disciplina.
El objetivo del este evento es que todas las personas, sin importar su situación, edad o condición socioeconómica, tengan oportunidad de desarrollarse de manera completa, cumpliendo con su vocación de manera libre.
Este tipo de integración puede ayudar a que las personas que adquirieron alguna discapacidad y enfrentan problemas de depresión, puedan superarlos a través de la convivencia, la competencia y de aprender a ser independientes a pesar de su condición, indicó Jocelyn Zurita, una de las organizadoras del evento.
En el Indepedi se ofrecen clases todos los martes y jueves para que las personas aprendan a usar su silla de ruedas, además de cursos y talleres en los que desarrollan nuevas habilidades que les permiten reintegrarse a la sociedad y ser autosuficientes.