A un año del freno de Morena a iniciativa

“El aborto no les es importante, pues las mujeres siempre somos juzgadas”

Liliana enfrenta proceso legal tras ser acusada por interrumpir su embarazo; denuncia que médicos la criminalizaron; bancada guinda, sin fecha para retomar dictamen de Yuriri Ayala

“El aborto no les es importante, pues las mujeres siempre somos juzgadas”
“El aborto no les es importante, pues las mujeres siempre somos juzgadas” Foto: Julio Loyola›La Razón

Hace un año Morena mandó a la congeladora la iniciativa para eliminar el aborto del Código Penal local, la cual estaba lista para discutirse en el Pleno. Actualmente no hay fecha para retomarla, lo que lamentan a mujeres como Liliana, quien fue criminalizada por un aborto espontáneo. “Me parece que no les es importante”, afirmó.

En entrevista con La Razón, la joven mencionó que no sabía que estaba embarazada cuando, una tarde, su cuerpo abortó un feto sin vida de aproximadamente 30 semanas. Por miedo se lo llevó y lo dejó en la vía pública para evitar que su violenta familia lo viera, pero esto sólo agravó su situación: fue criminalizada por los servicios de salud, la justicia capitalina y los suyos.

  • El Dato: La Ciudad de México se convirtió en 2007 en la primera entidad del país en despenalizar el aborto y en reconocer el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

En el hospital, dijo Liliana, cuyo nombre se cambió por motivo de seguridad, comenzó el trauma de criminalización, pues se le cuestionó por no haberse dado cuenta de que estaba embarazada y no querer hablar de la forma en la que el miedo la llevó a disponer del feto.

“Mi vida cambió totalmente al enterarme del embarazo y, al mismo tiempo, del aborto”, mencionó Liliana, quien recordó que durante toda la gestación del feto ella menstruó, su cuerpo no cambió y tampoco su apetito.

A finales de junio comenzó a tener fuertes cólicos que atribuyó a su próxima menstruación, que llegó “con normalidad” así que no se preocupó, pero ésta se volvió más abundante y el dolor sólo incrementó.

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Sus idas al baño eran cada vez más frecuentes, hasta que bajo la creencia de estar estreñida pujó más fuerte de lo habitual y abortó un feto que no estaba vivo, lo que la hizo sentir más miedo.

Una pelea con su mamá las distanció, por eso vivía con su familia paterna que está en contra del sexo antes del matrimonio y mucho más en contra de abortar.

Por miedo tomó el feto sin vida, lo metió en una bolsa y se lo llevó. No sabía qué hacer con él, entonces lo dejó en la vía pública y se fue a su casa sin saber que el aborto le provocó un desgarre y que dentro de ella había aún placenta.

Al día siguiente mostró señales de hemorragia, sepsis y anemia. Su familia la veía, pero no la cuestionaba y su mamá tuvo que ir a rescatarla para ir al hospital.

  • El Tip: En la Ciudad de México hay 14 unidades médicas transferidas al IMSS-Bienestar en las que las personas gestantes pueden acudir para interrumpir su embarazo.

La llevaron de emergencia al Hospital General de México, pero lo primero que le preguntaron a la mamá de Liliana, quien no podía hablar, fue dónde estaba el producto, en lugar de activar el “código mater” para salvar la vida de su hija.

“De primera yo llegué al hospital muy mal, casi muerta. Recuerdo sólo cuando llegó mi mamá por mí, un poquito de traslado y cuando ya estaba en terapia intensiva, pero sólo eso”, dijo con miedo Liliana.

Pasó seis días en el Hospital General de México, cinco de ellos en terapia intensiva. Ningún personal de salud le preguntó en qué condiciones abortó ni se interesó por el sentimiento de culpa que la agobiaba.

La joven recordó que enfermeros, médicos y hasta personal de limpieza le decía: “¿Dónde estaba el producto?”, “¿Por qué lo mataste?”, “¡Asesina!”, “¡No mereces ser madre nunca!”, “Aquí te vas a quedar detenida por matar a tu hijo”.

  • El Dato: De acuerdo con las autoridades, la práctica del aborto debe ser segura, expedita, accesible, gratuita y sustentada en la confidencialidad y no discriminación.

La criminalización a la que fue sujeta llegó al grado de que un día, a las 01:00 horas, una médica de terapia intensiva dejó que un par de agentes del Ministerio Público entrara a su habitación, le gritó que tenía que firmar un papel, sin decirle qué era, pese a que no podía ni alimentarse sola.

“Me empezaron a hacer preguntas, querían que firmara una hoja, no sé de qué era, y yo ni podía agarrar la pluma. Estaba conectada, con sonda, en terapia intensiva. Me estaban custodiando unos policías y no podía ni moverme”, dijo la chica de 19 años.

Este diario buscó a la Secretaría de Salud capitalina para aclarar la criminalización a la que fue sujeta Liliana y de la que son víctimas muchas otras personas con capacidad de gestar, pero hasta esta edición no respondieron ni ofrecieron entrevista.

La abogada e integrante de la organización Abortistas MX, Ninde Molre, explicó que la criminalización, como la que sufrió la joven de 19 años “empieza desde el hospital cuando una mujer pide ayuda y el personal la trata como delincuente”.

Todo el tiempo que pasó hospitalizada, un par de policías estuvo apostado afuera de su puerta diciéndole que estaba detenida por asesina; esto sólo paró hasta que Abortistas MX tomó el caso y emitió un oficio para que pararan de criminalizarla.

“Ahora el personal de salud se ha convertido en agentes criminalizadores o la oficina alterna del Ministerio Público. Declarar a alguien en calidad de detenida, eso no sucede a menos que haya una orden de un juez”, criticó Ninde Molre.

Liliana recordó lo miserable que se sentía al ser tratada como si hubiese cometido un crimen, pues le negaron conocer su información médica. Ella, dijo, preguntó por su estado de salud, pero nadie le decía nada.

“Me trataron como a una delincuente. No fueron nada amables, sólo me dijeron que tenía sepsis. Me trataron muy mal por lo que había pasado con el feto. Literal me trataban de asesina. No me dejaban estar sola con mi visita. Las enfermeras eran muy groseras, también algunos médicos”, recordó Liliana.

Cuando la joven salió del hospital, la violencia siguió en su círculo más cercano, ya que toda la familia de su papá comenzó a decir que era una asesina y también trataron mal a todo quien la apoyaba.

A meses de lo sucedido, ella se mantiene encerrada en casa de su mamá donde poco a poco ha recuperado su confianza; sin embargo, todavía teme que alguien la reconozca y la agreda verbal o físicamente.

Liliana no planeó embarazarse y meses antes del aborto dejó al hombre con quien procreó el feto, ya que se sentía presionada a hacer lo que él le pedía por ser entre tres y cinco años mayor que ella.

“No quería tener un bebé a esa edad ni con esa persona. Sí me gustaría ser mamá luego, pero no ahora”, afirmó.

Lo que más le dolió y con lo que aún lidia es que ni su entorno ni los médicos, que debían cuidarla, la escucharon. “Me juzgaron sin preguntar nada, no les interesó qué opinaba ni lo que ocurrió en ese momento. Sólo decían cosas”.

Aun con las secuelas físicas y emocionales, ella se aferra a recuperar su vida, comenzar una carrera relacionada al periodismo deportivo, salir con sus amigos y su familia sin miedo a que la juzguen.

CAMBIO FRENADO. El 4 de noviembre, las Comisiones Unidas de Administración y Procuración de Justicia y de Igualdad de Género del Congreso de la Ciudad de México avalaron el dictamen para eliminar el aborto del Código Penal, el cual presentó la morenista Yuriri Ayala Zúñiga.

La iniciativa fue la primera en pasar esta instancia y subir al Pleno, pero tres días después la bancada guinda, que presume ser progresista y de izquierda, pausó la discusión para hacer foros y escuchar a distintas voces de la sociedad.

El pasado 27 de abril, la diputada morenista, Cecilia Vadillo Obregón, afirmó que la discusión de la iniciativa se haría hasta que en todo el país esté legalizada esta práctica.

En tanto, el artículo 144 del Código Penal continúa vigente y sanciona con tres a seis meses de prisión, o de 100 a 300 días de trabajo comunitario, “a la mujer que voluntariamente practique su aborto o consienta en que otro la haga abortar” pasadas las 12 semanas de gestación.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Fiscalía capitalina abrió entre enero y septiembre del año en curso 172 carpetas de investigación por el presunto delito de aborto, lo que representó un aumento de 42 hechos más que el mismo periodo de 2024 y 68 más que hace 10 años (2015).

El aumento de carpetas de investigación por aborto en la Ciudad de México fue uno de los argumentos que utilizó Ayala Zúñiga, actual vicepresidenta de la Mesa Directiva del Congreso capitalino, para proponer eliminar del Código Penal la criminalización de la interrupción del embarazo después de las 12 semanas.

La Razón buscó a la diputada para hablar sobre la iniciativa, pero no se concretó la entrevista con ella.

En tanto, Liliana aún enfrenta un proceso legal por algo que no planeó y que cambió su vida. Además, recibe terapia y vive con su mamá, quien es un soporte para ella.

“Ha sido difícil no poder llevar una vida normal, pero me he sentido muchísimo mejor, porque ya regresé con mi mamá. Ella me ayudó a ir a terapia y ha estado al pendiente. Sin ella, no sé qué habría hecho.

“Espero se retome ya que somos muchas las que necesitamos ese tipo de propuestas. Me parece que no les es importante ya que las mujeres siempre somos juzgadas y tenemos que ser sumisas ante el hombre”, comentó Liliana acerca de Morena y la iniciativa que frenó.

La persecución
La persecución ı Foto: Especial
Delito de aborto en los últimos 10 años
Delito de aborto en los últimos 10 años ı Foto: Especial

Criminalización aún persiste, dice Semujeres

› Por Fernanda Rangel

La titular de la Secretaría de las Mujeres local (Semujeres), Daptnhe Cuevas Ortiz, reconoció que, aunque el aborto está despenalizado en la Ciudad de México desde hace más de 18 años, la criminalización persiste, no sólo desde las instituciones y el personal de salud, sino también desde la sociedad.

En entrevista con La Razón, la funcionaria advirtió que, pese a los avances legales, muchas mujeres enfrentan procesos judiciales o sociales derivados de abortos espontáneos o acompañados.

“Nos levantó mucho interés y también mucho compromiso que las estadísticas de criminalización por aborto de este año (2025) pusieran a la capital en primer lugar, con más de 100 carpetas de investigación.

  • El Tip: La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró en 2021 que es inconstitucional la criminalización total del aborto y se pronunció por garantizar los derechos de las mujeres.
Miles de jóvenes marchan en la Ciudad de México para exigir la despenalización del aborto en el país, en 2024.
Miles de jóvenes marchan en la Ciudad de México para exigir la despenalización del aborto en el país, en 2024. ı Foto: Cuartoscuro

“Eso no es sostenible. No puede coexistir un derecho reconocido en la ley, como la despenalización del aborto, con su permanencia como figura en el Código Penal”, aclaró Cuevas Ortiz.

La secretaria subrayó que la estigmatización social sigue siendo una de las principales barreras para que las mujeres accedan de manera segura y sin miedo a la interrupción del embarazo.

  • 134 por ciento aumentaron las indagatorias por aborto en la capitaldel país entre 2020 y 2024

Añadió que desde la Semujeres se mantiene un acompañamiento institucional para las mujeres que son criminalizadas por abortos u otros eventos obstétricos y que “sólo deben llamar al *765”.

“Estamos trabajando para que las instituciones no revictimicen, para que no se criminalice desde el sistema de salud ni desde la justicia. Pero también tenemos que trabajar con la sociedad: con las y los médicos, con las comunidades, con los medios”, apuntó.

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