La titular de la Secretaría de Mujeres (Semujeres) capitalina, Daptnhe Cuevas Ortiz, remarcó la importancia de fortalecer la educación sexual integral y la prevención de embarazos infantiles para reducir los casos de violencia sexual contra adolescentes, sin atentar a su autonomía sexual.
En entrevista, la funcionaria capitalina destacó la necesidad de llevar a cabo acciones para salvaguardar los derechos de las niñas y adolescentes, principalmente en la materia.
- El Dato: La Capital se convirtió en 2007 en la primera entidad en despenalizar el aborto y actualmente en el Congreso local hay una iniciativa para eliminarlo del Código Penal.
“Hay que desplegar la máxima protección posible para que adolescentes y niñas no sean víctimas, pero la máxima convicción de sus derechos; para no coartar libertades, disfrazándose de protección”, sostuvo a La Razón.

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El pasado 16 de octubre, este diario informó que, en la capital, por cada 10 embarazos por abuso sexual en contra de menores de edad, sólo hay dos denuncias por violaciones contra niñas y adolescentes. Esto indica que hay una cifra negra de la violencia sexual contra de las niñas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y de la Secretaría de Salud federal (SSa), durante el periodo 2018 a 2024 ocurrieron 20 mil 348 nacimientos en la ciudad y las madres tenían menos de 18 años, mientras que el padre era mayor de edad, situación que es un delito, independientemente de las circunstancias.
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“Al que realice cópula con persona de cualquier sexo menor de dieciocho años, se le impondrá de doce a veinte años de prisión”, dicta el artículo 181 Bis del Código Penal para el Distrito Federal.
En otras palabras, cada día nacen ocho bebés producto de un abuso sexual contra niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años en la capital del país.
Sin embargo, en el mismo periodo se registraron sólo cuatro mil 28 carpetas de investigación por violación simple y violación equiparada en contra de mujeres entre 10 y 17 años, según cifras entregadas a este diario vía transparencia por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Esto es apenas 19.70 por ciento de la cantidad de embarazos entre hombres mayores de edad y niñas y adolescentes registrados por el Inegi y la SSa.
Cuevas Ortiz apuntó las diferencias de los casos de embarazos adolescentes, de madres de 14 a 18 años y los infantiles, de menos de 14 años.
“Hubo toda una discusión en el Congreso de la Unión sobre cuál es la diferencia de edad que se debe tolerar, digamos, cuando se trata de menores y mayores de edad.
“No podemos pretender que es igual una niña de 12 años y un adulto que le duplica la edad, pero sí hay que entender que es muy normal, por ejemplo, que las jóvenes de 16 y 17 años tienen vida sexual activa con jóvenes de 18 o 19 años.
“El otro fenómeno es el embarazo infantil que está tipificado entre las niñas menores de 14 años. No hay capacidad de consentir un embarazo cuando tienes menos de 14 años, porque estamos hablando de niñas”, comentó la titular de la Semujeres.
En México, una de cada cinco personas de 12 a 19 años tuvo relaciones sexuales en 2023, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México.
Los datos analizados indican que la edad promedio de las madres y padres en los embarazos adolescentes es de 16 y 22 años, respectivamente. Y de 12 y 24 años en el caso de embarazos infantiles. Aunque las edades de los hombres van de los 18 hasta los 75 años.
Ejemplo de lo anterior es el caso de una niña habitante de Xochimilco, de 12 años de edad, quien fue violada por un hombre de 75 años, una diferencia de 63 años entre ambas edades. Producto del abuso, la menor quedó embarazada y dio a luz en abril de 2025. Según los datos de la SSa, la niña había dejado la secundaria.
El pasado 10 de junio, el coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, Martín Reyes García, explicó a este diario que la violencia sexual contra menores suele ocurrir, en al menos ocho de cada 10 casos, en espacios que deberían ser de protección, como casas, escuelas, iglesias, entre otros.
“Los delitos contra menores se dan por factores de poder. El mundo adulto domina a los niños y niñas en términos de educación y el valor que tiene su voz. Por eso, muchos de los delitos sexuales no se denuncian, porque el agresor suele ser familiar”, afirmó el especialista.
Cuevas Ortiz destacó que la Ciudad de México es la entidad federativa con las más bajas cifras de embarazo adolescente y de embarazo infantil del país, por lo que su compromiso es disminuir la gestación de menores de 14 a 18 años.
“El avance que se logró el sexenio pasado de disminuir en un 36 por ciento el embarazo no planificado en adolescentes, su más alto impacto lo tuvo en esta ciudad, donde efectivamente fue 36 por ciento de reducción.
“Si la meta es 50 por ciento quiere decir que avanzamos mucho, que hay que seguir trabajando no sólo para no ceder, sino para ir hacia alcanzar por lo menos ese 50 por ciento que nos fija los compromisos internacionales”, resaltó.
Los embarazos infantiles y adolescentes se han reducido a la mitad en los últimos seis años en la ciudad, pasando de cuatro mil 491 en 2018 a dos mil 66 en 2024. Por otro lado, las carpetas por violaciones contra menores se han reducido 30 por ciento entre las mismas fechas.
Sin embargo, siguen ocurriendo miles de casos al año de estos embarazos posiblemente producto de una violación de una menor de edad, por parte de un hombre mayor de 18 años.
La titular de la Semujeres además destacó la importancia también de que haya mayor educación integral en sexualidad para las y los jóvenes; no obstante, reconoció que aún hay resistencias a que estos temas lleguen a dicho sector de la población de la ciudad.
“Socialmente se va avanzando más en esas resistencias, pero ésa es todavía una batalla de largo aliento. El control sobre la sexualidad juvenil es altísimo.
“Trabajar para convencer a madres, padres, a familias de que las estadísticas prueban que a tal edad ya están teniendo relaciones sexuales, que entonces tenemos que anticipar la información de la prevención de embarazos no deseados, de infecciones de transmisión sexual. Todo eso, pues eso es la educación integral en sexualidad”, afirmó Cuevas Ortiz.


